Cinco ciudades para cinco fiordos: Ruta circular en Noruega - El rincón de Sele

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Cinco ciudades para cinco fiordos: Ruta circular en Noruega

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Noruega es famosa por tener dibujada en su silueta una inacabable costa horadada por fiordos que se adentran en profundos valles desde la Edad de Hielo. Hay cientos, o más bien miles, de entrantes marinos de este tipo en el que sin duda alguna se trata de uno de los países con mejores paisajes en toda Europa. Pero cerca o junto a algunos de los fiordos más fotogénicos en territorio escandinavo hay una ciudad con alma vikinga que merece la pena visitar o formar parte de un recorrido que fusione naturaleza extrema con admirables conjuntos urbanos.

Casas de Stavanger (Noruega)

Os propongo hacer juntos una ruta circular en Noruega con la que asociar en un mismo viaje cinco ciudades con cinco fiordos magníficos. ¿Me acompañáis?

Oslo y Oslofjorden

La capital de Noruega suele ser la puerta de entrada al país para buena parte de los viajeros que llegan al corazón de Escandinavia. Oslo, sin ser la ciudad más atractivas de cuantas hay en Europa, es de las que hace de todo para ganarse a pulso a sus visitantes. Y lo consigue. He tenido la suerte de estar en ella un par de veces y he aprendido a disfrutar de la siempre vital Karl Johans Gate, la calle principal de la ciudad y que te hace pasar por la catedral u otros edificios emblemáticos como el parlamento, la universidad y el Teatro Nacional hasta llegar al Palacio Real. Pero Oslo es también ciudad de museos y, sin salirse del casco urbano, uno puede ver muchas de las obras pictóricas del gran Edvard Munch, autor de El Grito, o el apartamento del autor de «Casa de Muñecas» Henrik Ibsen.

En Oslo con un troll (Noruega)

Por otro lado el parque de esculturas de Vigeland atrae a más de un millón de visitantes cada año para disfrutar de las más de 200 figuras de bronce, granito y hierro forjado, que muestran al ser humano en su máxima expresión.

Parque Vigeland de Oslo (Noruega)

Pero reconozco que no comprendo un viaje a Oslo sin llegar a la pensínsula de Bygdøy, a ser posible en barco, cruzando las aguas del mítico Oslofjorden que nace en ese lugar donde se mezclan las esencias líquidas del Báltico y el Mar del Norte (Skagerrak). Estas son las aguas y los horizontes que aparecen en El Grito de Munch y que nos recuerdan en el comienzo del viaje a Noruega que éste es país de fiordos.

Fiordo de Oslo (Noruega)

Bygdøy es poseedora de algunos de los mejores museos, de interior y al aire libre, que uno puede conocer en tierras nórdicas. Para quien le apasione la Historia hay un espectacular museo vikingo que conserva tres barcos o drakkars de la época. Mientras que para los más aventureros el Museo del Fram nos lleva a conocer por dentro y por fuera la embarcación en la que Admunsen viajó al Polo Sur en una de las mayores aventuras jamás contadas. Con permiso del otro protagonista, Thor Heryerdahl, que en el Museo Kon-Tiki exhibe las naves con las que se aventuró en recorrer Polinesia o en hacer la ruta por mar entre Egipto y América con una embarcación de papiro con la que tuvo la intención de demostrar la viabilidad de rutas imposibles a lo largo de la Historia.

Barco vikingo en el Museo Vikingo de Oslo (Noruega)

En la misma Bygdøy, el Norsk Folkemuseum o Museo del pueblo noruego, agrupa a más de doscientas casas y una iglesia vikinga (Stavkirke), trasladadas desde distintos puntos del país para dar a conocerlas en este punto a orillas del Oslofjorden.

Museo del Pueblo Noruego (Bydoy, Oslo)

Trondheim y Trondheimsfjorden

La que fuera capital noruega de manera efímera durante la Edad Media es hoy día la tercera ciudad más poblada del país y por ella pasa también el tercer fiordo más largo, Trondheimsfjorden, con 130 kilómetros de extensión. Se sitúa a medio millar de kilómetros al norte de Oslo y se puede decir de ella que se trata del centro espiritual e histórico de Noruega. El lugar de enterramiento del Rey Olaf, el santo patrón noruego es la catedral de Nidaros, a la que llegaron durante cientos de años gran cantidad peregrinos venidos de numerosos países de Europa. Su fachada basada en las catedrales británicas es una de las postales preferidas de los viajeros que llegan a Trondheim en un viaje en coche o a pie por el conocido como «Camino de Nidaros», un recorrido cultural y espiritual que tiene muchos fieles.

Catedral de Nidaros en Trondheim (Noruega)

La catedral de Nidaros, al Palacio arzobispal o la Iglesia de Nuestra Señora son algunas de las visitas históricas que se pueden hacer en Trondheim. Pero no la única, ya que acercándonos a los muelles y las casas tradicionales de madera de Bryggen, separadas por el cauce del río Nidelva, nos podemos encontrar con el aroma que se empapa en el alma real de Noruega.

Trondheim (Noruega)

El Fiordo de Trondheim se puede recorrer en barcos o catamaranes para acceder a la península de Fosen o a las idílicas islas de Hitra y Frøya, las cuales forman un bastión de pescadores en una versión reducida del archipiélago de las Lofoten para las que no resulta necesario traspasar la línea del Círculo Polar Ártico y así vivir unas auténticas desconocidas que no siempre aparecen en las guías de viaje.

Ålesund y Geirangerfjord

Si bien Ålesund no se ubica dentro de un fiordo al igual que las mencionadas Oslo o Trondheim, siempre irá asociado a ser la puerta de entrada de los viajeros que acuden a visitar el mítico Geirangerfjord. Ålesund, por sí solo, es un núcleo urbano bañado por el Mar de Noruega que se ha hecho famoso por atesorar un buen número de edificios de estilo Art Nouveau. El incendio que sufrió la ciudad en 1904 llevó a una posterior restauración en la que se enfatizó en el estilo predominante entonces en países como Francia, Bélgica y Alemania. Y, por suerte, la que fuera una gran catástrofe trajo la que hoy día se trata de una de las ciudades más modernas e interesantes del oeste noruego.

Alesund (Noruega)

Pero Ålesund, como buena ciudad escandinava, se adhiere nuevamente a la idea de ser una ciudad que conecta perfectamente con las maravillas naturales de un entorno que justifica por sí solo un viaje a Noruega. Y uno de los destinos preferidos por los viajeros que llegan a la zona es el Fiordo de Geiranger (Geirangerfjord), situado a poco más de 100 kilómetros al sureste de la ciudad de Ålesund. La rama más bella del Storfjorden tiene tan sólo 15  km de largo que para quienes lo han vivido en barco (no sólo cruceros sino que también hay ferries que hacen Geiranger-Hellesylt cada día) aseguran que se trata de uno de los mejores recorridos panorámicos de toda Europa. En coche también se puede hacer, buscando imponentes miradores desde donde poder contemplar y, por supuesto, fotografiar, esta joya de la naturaleza protegida por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.

Fiordo Geiranger (Noruega)

Bergen y Sognefjorden

Siempre he sostenido y sostendré que Bergen es, con creces, mi ciudad preferida de Noruega. Da igual que sea la urbe con mayor índice de pluviosidad del continente europeo. Cuando me asomo a Bryggen, el barrio de comerciantes de la Liga Hanseática) y veo sus casas de colores, muchas de ellas del siglo XVIII (hay más de 60 bien conservadas), me olvido hasta de que hay nubes.

Bryggen de Bergen (Noruega)

Bergen fue una de las ciudades más ricas y prósperas al norte de Europa. Incluso durante un largo tiempo en la Edad Media llegó a ser capital del reino. Como muestra la torre Rosenkrantz permite revivir esta época subiendo a lo más alto. Aunque para vistas de Bergen, y las siete montañas que la rodean, nada mejor que las que se obtienen haciendo el funicular al monte Fløyen. Imprescindible.

Pero si algo tiene Bergen es que se trata para muchos de la puerta de los fiordos. Y tiene nada menos que un fiordo para soñar. Eso precisamente significa Sognefjorden… «el fiordo de los sueños». Junto al Geiranger, se trata con seguridad del más conocido y fotografiado de Noruega. Rodeado de altísimas montañas es altamente recomendable hacerlo en barco. Tanto como tomar el tren panorámico de Flam a Myrdal, que cubre un desnivel de más de 1000 metros, regalando unos paisajes de película al otro lado de la ventanilla del vagón.

Sognefjorden (Noruega)

Stanvanger y Lysefjorden (Subida al púlpito)

Stavanger, a poco más de 200 km al sur de Bergen por la ruta más corta en carretera, es no sólo una ciudad adorable de casitas blancas que está animada en cualquier época del año… sino el trampolín al mítico Preikestolen. Y eso son letras mayúsculas. En la vertiente urbana de Stavanger destaca, sobre todo, una visita sosegada al barrio viejo (Gamle Stavanger) donde se concentran unas 150 viviendas de madera de los siglos XVIII y XIX que se distinguen por ser de color blanco y tener el tejado a dos aguas. También hay museos más o menos interesantes, entre los que destaca uno muy original dedicado al petróleo (De hecho Stavanger es la capital noruega del petróleo)

Foto de Stavanger (Noruega)

Eso sí, quien visita a Stavanger lo hace por una única y contundente razón, subir al Púlpito (en noruego Preikestolen), una plataforma rocosa que desafía el vértigo a 600 metros por encima del Lysefjorden (Que quiere decir Fiordo de la luz). Este saliente se hizo famoso en todo el mundo después de que la gente compartiera fotos absolutamente locas al filo, como si la altura no importara. Y hoy día la caminata al púlpito (de aproximadamente 2 horas, dificultad media-baja) se ha convertido en una de las rutas a pie más perseguidas de Noruega. Cuando uno llega al Preikestolen se da cuenta de que todo ha merecido la pena.

Preikestolen (El Púlpito, Noruega)

Y ya nos quedaría regresar a Oslo para cerrar este círculo viajero por Noruega que bien podríamos hacer por nuestra cuenta completamente o, si lo preferimos, teniendo al menos una parte del viaje organizada. Por ejemplo, la agencia Tourist Forum permite vivir algo más que un Fly&Drive en el que hacer una ruta circular de este tipo donde se llevarían cerrados vuelos, hoteles, alquiler de coche, reservas de ferries ya confirmadas para evitar esperas, etc. y de ese modo los viajeros disponen de más tiempo para disfrutar del viaje y no preocuparse por otras cosas.

Sele en el Preikestolen (El Púlpito, Noruega)

En mi caso he viajado a Noruega al menos cuatro veces y, aunque tengo mis favoritos, me encantaría seguir buscando rincones mágicos donde continuar este idilio que no se acaba con los que, a mi juicio, son probablemente los paisajes más bellos de Europa.

¡Salud y viajes!

Sele

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PD: No te pierdas todos los artículos relacionados con Noruega que hay en este blog.

5 Respuestas a “Cinco ciudades para cinco fiordos: Ruta circular en Noruega”

  • […] Son unas cuantas las razones que hemos dado para plantearse un viaje en invierno a Noruega. Y es que se trata, sin duda, de una época del año muy especial en la que se pueden hacer bastantes cosas. Ya habrá tiempo para que llegue el verano con el Sol de Medianoche regalando su luz constante y la posibilidad de hacerse increíbles rutas en coche por ciudades, pueblos y fiordos noruegos. […]

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