El cementerio de Chauchilla y sus tumbas a cielo abierto
Los rostros calavéricos de las momias te observan desde un buen número de tumbas abiertas en el suelo. Desde su cuadrángulo excavado, convertido en hogar al aire libre con puertas a la otra vida, estos cuerpos envueltos en posición fetal en fardos de tela se ríen de su destino final, quizás porque conocen el camino que tantos nos hemos preguntado alguna vez. En plena llanura desértica del suroeste de Perú, soplando un viento ardiente y seco, a muy pocos kilómetros de las Líneas de Nazca, se expande el conocido como Cementerio de Chauchilla. Sus tumbas a cielo abierto no se libraron de los actos de saqueadores y ladrones de tesoros, pero aún así se han mantenido en buen estado para que, solitarias, silenciosas y apartadas, los viajeros podamos llegar hasta ellas y dar un último adiós a las personas que las ocupan.
El cementerio de Chauchilla es una de las necrópolis prehispánicas más antiguas y mejor conservadas que se pueden visitar no sólo Perú sino también en Latinoamérica. Al aire libre, sus sonrientes moradores sostienen esta burbuja de energía que ni los siglos ni los robatumbas han sido capaces de romper.
Cuando llegué en bus a la ciudad de Nazca no había hecho más que empezar a amanecer. El cielo no dejaba ver los rayos de Sol porque el día se había levantado con una niebla espantosa que me hacía cruzar los dedos ante el sobrevuelo a las Líneas de Nazca que tenía pensado acometer en las próximas horas. Afortunadamente el tiempo y un buen desayuno ayudaron a que despejara y se quedara una mañana azul, limpia y calurosa como suele suceder en esta zona del Perú que no se caracteriza precisamente por tener mal clima.
Y es que, aunque el objetivo del 100% de los turistas que viajan a Nazca es tomar una avioneta y ver con sus propios ojos un imenso mapa de líneas que la arqueología aún no ha sido capaz de descifrar, hay más intereses no demasiado lejos de allí que extrañamente pasan desapercibidos. Uno de ellos es precisamente Chauchilla, un cementerio antiquísimo en el que hubo enterramientos muchos siglos antes de que naciera en la Isla del Sol el poderoso Imperio Inca. Y que no deja indiferente a nadie…
Así que en cuanto me bajé de la avioneta me encaminé hacia mi próximo objetivo. Por un precio aproximado de 30 soles (aprox 10€) tomé un vehículo con conductor que me acercara a esta área arqueológica situada a 28 kilómetros de la ciudad de Nazca. Lo hice en compañía de un viajero suizo hijo de emigrantes españoles que conocí en el hostel en el que guardamos el equipaje mientras nos perdíamos por la zona. Este chico jamás había oído hablar de Chauchilla ni nada parecido pero doy fe que acabó realmente sorprendido. Y casualidades del destino, había sido compañero de habitación de unos amigos australianos y españoles que había podido conocer semanas antes en Sucre (Bolivia).
CHAUCHILLA: UNA NECRÓPOLIS SOLITARIA, SILENCIOSA E IMPACTANTE
El coche empezó a remover el polvo a medida iba avanzando por lo más parecido a un desierto. A lo largo de cada kilómetro le daba vueltas a lo que acababa de ver desde el aire y al nacimiento de tantas civilizaciones que en el fondo son aún unas auténticas desconocidas. Recordaba las páginas de viejos libros y las voces de algunos documentales que hablaban de esa extraña necrópolis saqueada que aún dejaba a la luz a un buen número de momias descarnadas. Me preguntaba si íbamos a encontrarnos a alguien más por allí, si era algo muy turístico hoy en día, pero las respuestas fueron apareciendo de forma automática cuando nos bajamos del vehículo (previo pago de 8 soles de entrada en un diminuto kiosko, un precio asequible) y nos vimos absolutamente solos ante un vastísimo llano en el que el Sol golpeaba con furia, en el que pensar en una gota de agua era un acto de lo más contradictorio.
La tierra parecía removida. Antes de llegar a la primeras tumbas nos dimos cuenta que había esparcidos huesos humanos por todas partes, al igual que ropajes e incluso cabello enredado con las piedras que rasgaban el suelo. Son restos del desgaste del tiempo, de la salvajada de unos saqueos que buscaron hasta el último hálito de oro entre aquellos cadáveres inmóviles. Pedacitos de cuencos o vasijas de alfarería, llenadas con víveres preparados para la otra vida y que veríamos también en los sepulcros, vestían nuestros pasos. Teníamos un nudo en el estómago aunque cuando miramos el primer agujero éste se volvió aún más grande.
Nos pusimos delante (o mejor dicho encima) de nuestra primera tumba. Una momia vestida de ropajes rojizos permanecía semienvuelta en un fardo que a todas luces había sido abierto. Su cara conservaba aún parte de la piel, aunque la mandíbula abierta era la propia de un esqueleto. Si bien es cierto que los cuerpos momificados de Chauchilla se preservaron a la perfección gracias a las condiciones climáticas de una región seca y árida como pocas, los efectos del saqueo y del Sol, han terminado de pulir los cráneos hasta dejarlos de un color blanco nuclear. La expresividad y el gesto de la momia era la Reina dentro de aquel hueco de ladrillos de adobe.
Había muchas imágenes curiosas ahí dentro, como un fardo con lo que parecían ser los restos de un niño, tibias y fémures apelotonados en la distancia y, en la momia protagonista, un cabello de enorme longitud que se enredaba en su propio cuerpo. Aunque los vería mucho más largos durante la visita, algunos de más de 2 metros. También vasijas que, al parecer, tenían restos de comida que llevarse en ese viaje al «Más allá» con que tantas civilizaciones soñaron. Un tejadillo de madera, construido recientemente, da sombra a una tumba con objeto de una protección que lamentablemente ha tardado mucho en llegar.
No era capaz de articular palabra, algo que me sucedió en los siguientes agujeros donde el número de momias se ampliaba hasta perder la cuenta. Algunas solas, pero la mayoría acompañadas de otros cuerpos que probablemente fueron removidos de su lugar de origen durante muchos años. Abiertas y conocidas hay en torno a 20 ó 30 tumbas que se rompen en un suelo repleto de pedacitos de un ayer casi desconocido. Pero al parecer son cientos y cientos los huecos excavados en la tierra que muestran la actividad de una necrópolis de en torno a 2 kilómetros de largo.
Hay quien dice que esas tumbas corresponden a un período que va entre el año 200 y el 600 de Nuestra Era, pero las hipótesis varían de tal manera que hay arqueólogos que aseveran que son anteriores incluso al nacimiento de Cristo, mientras que otros no dudan en su posterioridad, cercana al Siglo X. Lo que sí parece es que los enterramientos corresponden a una importante cultura pre-incaica denominada «Ica-Chincha», por lo que las momias que allí se encuentran no son de los Nazca ó Nasca, conocidos por esas líneas destinadas a ser vistas únicamente desde el cielo. En todo caso son posteriores a éstos.
Otra cosa que parece evidente tiene que ver con el método de lograr la momificación de los cuerpos. Si los incas los subían a lo alto de volcanes y montañas heladas con objeto de quedarse congeladas en el tiempo, el pueblo Ica Chincha se aprovechó de todo lo contrario. La aridez, el clima excesivamente seco de aquellas tierras que haría por sí solo todo el trabajo. Como realizarían los atacameños y otras culturas de esta zona, dejarían a los muertos secarse al Sol y los cubrirían de algodón que absorbiese todos los líquidos que pudiesen ser expulsados. Una vez totalmente deshidratados se les añadía chile y otras sustancias que ayudaran a evitar ser devorados por los insectos. El infortunio de los saqueos y de los efectos meteorológicos de El Niño, que trajeron lluvias demasiado fuertes en un lugar que no estuvo cubierto hasta hace poco tiempo, eliminó el estado de unos cuerpos que se habían conservado prácticamente intactos. Por eso hoy día más que rostros de momias podemos ver rostros esqueléticos de un blanco refulgente.
Las decrépitas momias sitas en el Cementerio de Chauchilla mantienen un diálogo con el mismísimo silencio que puebla un valle reseco en el que los agujeros, convertidos en hogar de adobe de esa muerte que nadie puede esquivar, permanecen abiertos a cielo descubierto. La luz del día ilumina todos aquellos fardos de tela y hace brillar las osamentas de quien se ríe de la vida tanto como de lo que viene después. Como salido de un decorado de película de ficción, esta Necrópolis tan apartada de todo, es mucho más impactante de lo que podamos llegarnos a imaginar. Personalmente no había visto nada semejante en mi vida…
De aquel paseo entre momias y cuerpos esparcidos sin control pude tomar una serie de imágenes que traer conmigo y con las que poder ayudar a conocer mejor lo que hay a algo menos de 30 minutos de Nazca y mucha gente se salta porque directamente no tiene idea de que eso estuviera allí. Aquí van unas fotografías del cementerio de Chauchilla que, seguro, no os van a decepcionar:
Recorrer el cementerio de Chauchilla supuso para mí una de las paradas más interesantes que pude hacer en Perú. Fue una aproximación a la historia perdida de culturas de las que se conoce bastante poco, y la muestra de que este es un país en el que todavía la Arqueología tiene mucho que hacer. El Perú es un museo al aire libre de numerosísimas civilizaciones (no sólo la inca), una tierra que aún esconde múltiples tesoros y secretos que nos están esperando.
OTROS LUGARES DE ESTE TIPO
- La cripta de las momias de Liétor (Albacete).
- El museo de las momias de Quinto (Quinto, Zaragoza).
- Las catacumbas de París (Francia).
- Las capillas de los huesos en Évora y Campo Maior (Alentejo, Portugal).
- El cementerio de Chauchilla (Perú).
- El osario de Sedlec (Kutna Hora, República Checa).
- El museo de las momias de Guanajuato (México).
- La sala de las momias del Museo de El Cairo (Egipto).
- Las catacumbas de los Capuchinos en Palermo (Italia).
Lo que me contaron las momias fue algo que se quedará en la mochila de un largo viaje por América que aún me emociona recordar. Quizás porque allí viví algunos de los días más especiales que recuerdo…
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
23 Respuestas a “El cementerio de Chauchilla y sus tumbas a cielo abierto”
Ya lo dijimos en tu post sobre el cementerio de la Recoleta: ¡¡Nos encanta visitar estos lugares!! Las fotos de este post nos han dejado boquiabiertos, nos habían hablado de este sitio en la carrera (un profesor que viaja a América varias veces al año) pero no esperábamos algo tan crudo.
Dicho sea de paso, te felicitamos por el éxito de las tertulias viajeras 🙂 Esperamos poder asistir a la próxima. Dicho sea de paso… ¿Has pensado en montar una que sea «cementerios por el mundo»? ¡Daría mucho juego! ^^
En silencio, sin palabras, así definiría este post, estupenda descripción y fabulosas fotos. Cuando tengamos la suerte de poder viajar a Perú, sin duda será una de nuestras paradas. Impresiona la forma en la que colocaban a sus difuntos, sentados como si esperaran algo, a alguien!!
Gracias por compartirlo.
Sobrecogedor, Sele… Me has dejado con el corazón más encogido de lo que tu dices tenerlo mientras las explorabas… Vi momias en México y en Sicilia pero nada de esta magnitud con los esqueletos ahí sentados, recogidos, testimonios mudos del paso del tiempo con sus ropajes raídos, sus cráneos blancos y sus cabelleras larguísimas. El día que vaya a Perú, no me lo perderé… Eso sí, creo que tendré que mentalizarme muchísimo, porque si en fotos es impactante, en persona lo debe ser aún más.
Un abrazo
PS: Suscribo lo de tertulia de «Cementerios por el mundo»… Y también que traigas tus tertulias a Barcelona!
Articulazo Sele, genial como siempre. Un saludo grande!
estremecedor, aunque hay que puntualizar que han hecho una buena puesta en escena de cara al turismo
Muy buenas a tod@s!!
Muchas gracias por los comentarios y la acogida que ha tenido el artículo. Ayer fue portada en Menéame y trajo el mayor número de visitas en un día de la Historia de este blog.. y además con diferencia. Me alegro que llegara a más gente y ójala alguno se quede por aquí un tiempo si es de los que le gusta irse de viaje y aprender lo que nos ofrece el mundo cada día.
Chauchilla es un lugar solitario, muy solitario. Me sorprendió que sólo estuviésemos nosotros allí durante aproximadamente una hora que fue la que nos quedamos para ver las tumbas mejor conservadas. Eso hace décadas pudo haber sido increíble, pero se nota el efecto del saqueo. Las momias tenían piel, pero el Fenómeno meteorológico de El niño, y el maltrato de los robatumbas hizo que todo aquello se estropeara. Teníais que verlo, había huesos y pelo en todas partes. Dicen que por una tela en buen estado se llegaban a pagar 20.000 dólares hace muchos años, así que imaginad. Al menos ahora parece más protegido…
+ Edu y Eri: Vosotros siempre los primeros en mis posts de cementerios, criptas y demás lugares macabros. Se nota que os gusta el tema, eh jeje Y sí, esperemos veros en las próximas tertulias viajeras. Os hubieran encantado.
+ Un mundo para 3: Impresiona, ¿verdad? Es lo mismo que me sucedió a mí cuando lo veía en algún reportaje. Tenía que verlo con mis propios ojos. Las momias están sentadas pero en realidad la suya es la posición fetal. Tal como vinieron a este mundo… entrarán al siguiente. Muchas civilizaciones enterraron a sus muertos en esta pose.
+ Madaboutravel: Ya me gustaría llevar las tertulias a Barcelona. Pero no te creas que no está en mi cabeza. Aunque hacen falta recursos para poder viajar allá algunos. Y sobre el artículo es cierto que es de lo más impresionante que he visto. Tampoco quedan atrás varias Capelas dos Ossos en Portugal o algunas criptas… Me falta Palermo, ahí está el summum.
+ David: Gracias! Me alegra que te haya gustado!
+ Antonio: Yo creo que si eso estuviese sin tocar sería mucho más impactante de lo que hay ahora. Muchos cuerpos terminaron desperdigados cuando los saqueos, por eso ahora hay vasijas, huesos o momias juntas. Pero yo creo que era aún más grande y perfecto de lo que es ahora.
Bueno, eso es todo. Para quienes estuvistéis en la I Edición de las Tertulias viajeras que celebramos en Madrid o quienes os lo perdistéis por lo que fuera ya está publicada la crónica de la misma: http://www.tertuliasviajeras.com/asi-fue-1-edicion-tertulias-viajeras-viajes-larga-duracion/
A por la siguiente!!
Sele
Primera vez que leo sobre este impresionante lugar. Ver cómo se han conservado los cuerpos de las momias con el paso del tiempo y a pesar de los saqueos que mencionas. Un pedazo de historia ante nuestros ojos que corta la respiración. Sólo espero que no llegue al punto de que el lugar se vuelva demasiado turístico y pierda su atractivo, de momento es sólo un sitio reservado para los viajeros más inquietos como tú.
Un saludo
Simplemente con ver las fotografias nos ha entrado un gran escalofrío.. No conocíamos nada de éste cementerio y ahora gracias a tu post hemos aprendido mucho! Enhorabuena nos encanta 🙂
Esta es una de las visitas que más estremecen al viajero. El entorno, el clima, la soledad…
Hasta tres veces he escrito sobre esta necrópolis en mi Libreta Viajera, porque sinceramente, es un lugar que nunca olvidaré.
La verdad es que parece de coña ver los esqueletos de esa forma, ya les podían arreglar el pelo que algunos llevan unas rastas…jajaja
Muy curioso, desde luego si tuviera el dinero por castigo este sería un sitio interesante que conocer. Gracias por el artículo.Saludos
muy interesante el artículo de las momias de chauchilla, estas reliquias son un tesoro mas de la rica cultura arqueológica del PERU, como siempre te felicito por estas investigaciones viajeras,donde ademas entregas imágenes que impactan, porque se han conservado a través del tiempo , de los saqueadores, clima etc. genial que publiques este reportaje para que aprendamos mas de las culturas de nuestra américa.GRACIAS.-tere
Que sitio tan original!! Desde luego me lo apunto… y menudas fotos!
Hola estuvo muy buenas tus fotos , yo soy de nazca – Perú , el cementerio de chauchilla es uno de los lugares turísticos en la zona, lo que pudo haber pasado cuando lo visitaste y lo encontraste solitario , es porque fue temporada baja , en estos meses de julio, Agostto, Setiembre, hay muchos visitantes ya que la mayoría de turistas lo toman como opción antes o después de su vuelo .
Te felicito por la crónica, la verdad que muy poca gente se dedica a ver lo que hay en Nazca, todo mundo hace el vuelo en avioneta y se va; no saben de lo que se pierden. Por cierto en toda el area de nazca hay muchos petroglifos, pinturas rupestres, geoglifos escondidos, etc. Saludos.
Gracias Axl!
Nazca tiene muchísimo que ver. La próxima vez seguiré profundizando en la zona para descubrir nuevos lugares.
Gracias por compartir tu visión.
Sele
Una gran crónica que muestra un lugar subvalorado por los visitantes generalmente. Cuando regresas por Perú?. Saludos.
Saben si el cementerio esta abierto los Domingos?
Tengo entendido, Esteban, que el cementerio de Chauchilla abre todos los días de la semana.
Saludos,
Sele
Vaya sin duda es un lugar el cual debemos de conocer porque es muy interesante
Hola, me encanto este post, super interesante. Hacia alla ire sin dudas en mi proximo viaje a Peru. Tienes todavia el nombre o la agencia con la cual contrataste la excursion? Saludos de una venezolana por el mundo…..No se si avisan por correo de algun comentario porque muchas veces he dejado comentarios y preguntas en varios blogs y si no avisan por correo, una ni se entera si respondieron. Algunos lo hacen, otros no.
Hola Noelia,
Fue a través de un particular que conocí llegando a la estación de buses de Nazca. Pero no dudes que te lo ofrecerán allí sobre la marcha.
Un saludo!!
Sele
[…] sólo 30 kilómetros de Nazca se ubica el cementerio de Chauchilla con sus inquietantes tumbas a cielo abierto. Se ha conservado a través de los siglos a pesar de su […]
[…] sólo 30 kilómetros de Nazca se ubica el cementerio de Chauchilla con sus inquietantes tumbas a cielo abierto. Se ha conservado a través de los siglos a pesar de su […]