El otro Gijón III (La buena vida)
Tras hablar en anteriores capítulos de algunas facetas un tanto «extraurbanas» del concejo de Gijón como, por ejemplo, formar parte de una de las ramas más interesantes del Camino de Santiago, así como acariciar el mar en el extremo septentrional de la Vía de la Plata o guardar en su territorio estupendas muestras de románico popular. Y de rastrear su increíble pasado a través de sus yacimientos arqueológicos más importantes, veo el momento de detenernos para saborear la buena vida gijonesa atrapando aromas y sensaciones profundas en el paladar o mediante la simple y llana contemplación sin prisas del entorno que nos rodea. Il dolce far niente expresado de distintas formas.
Propongo, en esta ocasión, liberarnos de cualquier tipología de stress que pueda invadirnos con remedios naturales como un bucólico paseo (libro en mano) en un jardín de época, asistir a una exposición de pintura en una mansión indiana, probar los mejores platos de la gastronomía asturiana en restaurantes con solera, espichar una barrica de sidra en un llagar y encontrarnos con nosotros mismos en un hotel rural con encanto.
Gijón con sosiego y el cinturón desabrochado
El turismo de ir a visitar monumentos y lugares de interés o practicar senderismo está muy bien. Para eso tanto la villa de Gijón como todo el concejo ofrecen múltiples oportunidades para una buena escapada. Algunas de las cuales he podido narrar en los dos primeros capítulos dedicados a ese otro Gijón que va más allá de la ciudad y que, si no los has leído todavía, te animo a hacerlo en cuanto te sea posible:
- El otro Gijón I (Románico y senderos milenarios).
- El otro Gijón II (Prehistórico, romano y medieval).
Si ya lo has hecho o, por el contrario, deseas centrarte directamente en el apartado de LA BUENA VIDA DE GIJÓN porque estés deseando que te recomiende restaurantes donde no quedarte precisamente con hambre, un hotel en plena naturaleza donde a uno le apetecería incluso retirarse de todo (y más en los días que corren), dónde hacer una cata de buena sidra asturiana en un llagar tradicional y un par de rincones románticos donde además poder aprender sin prisas sobre lo que nos rodea, puedes absorber buena energía, toma papel y boli en modo alumnado de EGB o ESO y apunta lo que te voy a contar. Que si tienes pensado visitar Gijón y tomártelo con algo de calma estoy seguro de que puede resultar (a ti y a otros) muy útiles las palabras y consejos que se sucederán a continuación.
DOS JARDINES DE GIJÓN DONDE DEJARSE LLEVAR
Los jardines nacen bajo la necesidad de ofrecer zonas de esparcimiento fuera de la vivienda particular. Y aunque comenzaron siendo privados para el uso y disfrute de familias regias, aristocráticas o simplemente acaudaladas, hoy en día se dan en los municipios una gran cantidad de espacios verdes que permiten su acceso (tanto parques públicos como jardines privados que abren sus puertas a los visitantes) con suficiente amplitud donde olvidar el gris asfalto y salir a respirar aire puro entre la vegetación. Gijón, tanto villa como concejo, cuentan con inmensas posibilidades para permitirse pasear por parques y jardines. Algunos de ellos que formaron o forman parte de mansiones o quintas de los conocidos como indianos, personas que hicieron fortuna en América y regresaron con buenos caudales.
Vengo con un par de recomendaciones diferentes, aunque con cierto origen común, donde poder dar un paseo sin rumbo, salir a contemplar admirar flores y plantas de distintas especies o, además, poder una exhibición artística con la que aprender sobre uno de los genios de la pintura que Gijón le ha regalado al mundo.
Jardín botánico atlántico
En la parroquia de Cabueñes, con las vistas de la Laboral a unos pocos metros, hay 25 hectáreas de terreno destinadas a conformar un extraordinario jardín botánico donde se muestra lo mejor y más variado de la flora atlántica. El conocido como Jardín botánico atlántico (botanico.gijon.es) es uno de esos lugares donde salir a caminar con las manos entrelazadas en la espalda o, si se va en pareja, arrejuntados por una foresta que se divide en amplias secciones como la del entorno cantábrico (con árboles y plantas de la zona norte de España), la factoría vegetal (centrada en el uso que los humanos han dado a las plantas en las riberas septentrionales del océano Atlántico), el jardín de la isla (un lugar histórico que formó parte de la Quinta del industrial gijonés Florencio Valdés y su familia en el siglo XIX) y el itinerario atlántico (con subzonas boreales europeas y americanas o zonas templadas con robledales centenarios como los del Tragamón).
También hay espacios preparados para niños, aunque la joya tanto para pequeños como mayores es el estupendo laberinto donde jugar a perderse se convierte en un estupendo pasatiempos.
La carbayera o el robledal es, a mi gusto, la estrella de este jardín botánico. O, por lo menos, su rincón más inspirador. La compañía de los grandes colosos siempre es apetecible y sugerente. Aunque el paseo bajo los plataneros de lo que fue el jardín de la Quinta, así como todos los elementos ornamentales que lo componen (fuentes, un estanque o incluso una piscina aprovechando las aguas del Peñafrancia), puede aportar uno de esos grandes momentos que auguran una visita que recomiendo hacer con sosiego y sin prisas al Jardín botánico atlántico.
Horarios y precios de la visita al Jardín botánico atlántico de Gijón
- Del 1 de octubre al 31 de mayo: De martes a domingos de 10:00 a 18:00 horas
- Del 1 de junio al 30 de septiembre: De martes a domingos 10:00 a 21:00 horas (y todos los lunes de julio y agosto).
El precio de la entrada es variable en función el colectivo, aunque la general (de adultos) es de 2,90€, los menores de 12 años entran gratis y las personas de más de 65 años o que tengan entre 12 y 26 años tienen que abonar la cantidad de 1,80€. Hay bonos y descuentos de distinta índole (entra en la Gijón Card y la entrada combinada del Jardín botánico + Universidad Laboral es de 7 €.
Más información actualizada en botanico.gijon.es
Fundación Museo Evaristo Valle
En la parroquia de Somió (seguimos esquivando la villa de Gijón en esta escapada en busca de lugares curiosos e interesantes del concejo) existe la posibilidad de visitar los jardines, así como un palacete, de estilo indiano. Muchos de ellos son privados. Y este, lo es también, pero permite el acceso a los visitantes. Se trata de la Fundación Museo Evaristo Valle, dedicado a este pintor gijonés (1873 – 1951) formado en París (era vecino de Modigliani) y que pintó como nadie distintas escenas de «carnavaladas» así como el costumbrismo de Gijón. Además de retratos, su visión de la bohemia francesa e incluso el reflejo más auténtico del pueblo asturiano de la época.
Su sobrina, María Rodríguez del Valle, que habitaba un gran palacete del abuelo de su esposo, quien tenía negocios en América, quiso honrar la figura de Evaristo Valle reuniendo lo mejor de su obra para dar a conocer a uno de los pintores españoles más interesantes de la primera mitad del siglo XX. Fue a partir del fallecimiento de ésta cuando nace la Fundación Museo Evaristo Valle. Y, de ese modo, el artista pasa a ser, si no lo era ya, un personaje inmortal, valorado y querido por los asturianos. Para muchos como el que escribe estas líneas sus cuadros son un bonito descubrimiento. Pero además in situ, los visitantes del espacio cuentan con la oportunidad de saborear una mansión indiana con un jardín pletórico de vegetación y salpicado de obras de arte donadas por distintos artistas. ¡E incluso una colección de bonsáis!
Sin duda, este lugar es de los que enriquecen algo más que el propio saber. Por eso no dejaría de incluirlo en este breve paseo por la buena vida de Gijón.
Horarios y precios de la visita a la Fundación Museo Evaristo Valle
- Del 1 de octubre al 31 de marzo: Martes a sábados de 10:00 a 13:00 horas así como domingos y festivos de 12:00 a 14:00.
- Del 1 de abril al 30 de septiembre: Martes a viernes de 10:00 a 13:00 horas, sábados de 17:00 a 20:00 y los domingos y festivos de 12:00 a 14:00.
- Julio y agosto: Martes a sábados de 17:00 a 20:00 horas así como domingos y festivos de 12:00 a 14:00.
El precio de la entrada general es de 5 euros, mientras que la reducida para estudiantes, pensionistas y mayores de 65 años es de 3 euros. Los niños de hasta 12 años, así como los poseedores de la Gijón Card. Y muy importante: LOS MARTES LA ENTRADA ES GRATUITA.
Más información en evaristovalle.com
SIDRATURISMO EN GIJÓN
La sidra como experiencia turística en Casa Trabanco
Pocas cosas hay más asturianas que beber sidra. Y participar en alguna espicha con la que probar el oro líquido desde la propia barrica disparando con cierto arte a un vaso ancho de cristal. En el concejo de Gijón, concretamente en el valle de Lavandera, es palpable la tradición familiar que dio lugar a la Sidra Trabanco, un clásico donde los haya. Su sidrería (Casa Trabanco – www.casatrabanco.com) donde es posible probar los mejores platos de la gastronomía asturiano maridados con una sidra de excepción, se ha convertido en imprescindible en todo viaje a Gijón que se precie. Y, si me apuras, a una escapada o ruta por el Principado de Asturias.
Pero en esta ocasión no me voy a referir al restaurante, algo que si haré después cuando recomiende algunos buenos sitios donde comer y cenar en Gijón, sino a sus lagares o, para ser más exactos, llagares donde vivir, conocer y también experimentar todo el proceso desde que las manzanas son seleccionadas para extraer su jugo hasta que se levanta el vaso al viento para brindar a la salud de quien proceda para la ocasión. Lo que viene a ser un concepto denominado sidraturismo que cada vez goza de más adeptos.
En Casa Trabanco han diseñado diversas experiencias para conocer mejor la historia de esta casa en la que se fabrica buena sidra desde 1925, descubrir el proceso de su elaboración, aprender a escanciar sin ponerse perdido e incluso hacer un maridaje. Todo ello en escenarios únicos como puede ser un llagar tradicional en un túnel ferroviario que guarda – atención – más de un millón de litros de sidra en su interior. Pero no es el único visitable porque de llagares está Lavandera lleno. Y en Trabanco tienen las llaves…
He aquí un resumen de las experiencias de sidraturismo que proponen en Casa Trabanco: www.casatrabanco.com/sidraturismo.
MESA Y MANTEL: RECOMENDACIONES SOBRE DÓNDE COMER EN GIJÓN (FUERA DE LA VILLA)
No sé si esto lo está leyendo más gente además de ti. Así que, por si acaso, mantén el secreto y no le cuentes a nadie mis sitios favoritos para comer, cenar o picotear en Gijón. Y sí, en todos ellos hay fabada. Porque si algo me gusta de un sitio es probar la gastronomía tradicional, sin estridencias ni demasiadas vueltas de tuerca. Por lo que prepárate, que estos cuatro sitios que te voy a recomendar son de desabrocharse el cinturón y no subirse a la báscula en unos días para ahorrar en disgustos.
Casa Gerardo
Más de 135 años dedicados a dar de comer (a comer bien, me refiero) da para premio. Y en este caso se lo ha merecido. Este restaurante tradicional, el cual mantiene un idilio con la vanguardia sin prostituir su estilo y su asturianidad, posee su Estrella Michelin. Sin deconstrucciones que valgan ni esos platos que a veces requieren de lupa para hallar el alimento reducido a la mínima expresión. ¡Todo lo contrario! En este lugar situado en el concejo de Carreño a un paso del de Gijón (adherido a la marca y propuesta gastronómica Gijón Gourmet) el plato estrella sigue siendo la fabada y el postre más demandado el arroz con leche. Si no reservas mesa con tiempo, sobre todo en fin de semana, olvídate de probar ninguno de los muchos manjares que con mucho cariño tienen el sello de Pedro y Marcos Morán, la cuarta y quinta generación de una saga familiar que sigue dando mucho que hablar… y que comer.
- Dirección: Carretera AS-19, kilómetro 8,5 (Prendes, Asturias).
- Teléfono de reservas: 985 88 77 97.
- Web: www.restaurantecasagerardo.es
Dispone de carta y varios menús, pero uno de ellos si se especifica en la reserva tiene un precio especial de 50€. Se trata del menú Gijón Gourmet (promoción no válida para mesas superiores a 8 comensales).
Restaurante Los Nogales
Del mar a la mesa en un entorno magnífico y rodeados de una vistas maravillosas. Los Nogales está especializado en marisco y pescados, aunque también sirven excelentes carnes. Y el arroz está delicioso, sobre todo el acompañado de bogavante (arroz con bugre). Un lugar con encanto y tradición de la parroquia de Santurio que muchos gijoneses y gijonesas conocen bien y al que acuden a celebrar cuando la ocasión lo merece.
- Dirección: Camin de la Matona, 118, ( Santurio, Asturias).
- Teléfono de reservas: 985 33 63 34 ó 985 13 25 25.
- Web: restaurantelosnogales.es
Casa Yoli
Se rumorea que en Casa Yoli sirven la mejor tortilla de patatas de todo Gijón. Y que pocas fabadas como las que de aquí salen. Esta casa de piedra de Deva con agradable ambiente familiar, lleva funcionando desde hace más de un siglo tiene además su propio merendero al aire libre, por lo que representa una opción realmente atractiva cuando el clima viene a favor. Productos típicos de la tierra, raciones generosas y buen trato al cliente son la razón de ser de este establecimiento con precios asequibles y un alto índice de satisfacción de los comensales (que repiten siempre que pueden). No dejes de probar las cebollas rellenas, que son para rozar la locura.
- Dirección:Carretera. de Caldones, 182 – Deva (Barrio de San Antonio).
- Teléfono de reservas: 985 36 87 24
- Web: www.casayoligijon.es
Casa Trabanco
Antes hablaba de este lugar por las experiencias de sidraturismo que ofrece aprovechando sus magistrales instalaciones y llagares. Pero Casa Trabanco es una institución en Gijón (no hay quien no conozca este sitio) para perderse entre platos y alargar la hora de la comida hasta que ruedes por el valle de Lavandera como uno de esos toneles gigantes que utilizan para guardar la sidra. Ir a Trabanco es saber que vas a acertar seguro con tu elección.
- Dirección: Carretera de Lavandera, Nº 3255.
- Teléfono de reservas: 985 136 462
- Web: www.casatrabanco.com
PARA DORMIR EN GIJÓN EN PLENA NATURALEZA: HOTEL ERMITA DE DEVA
La primera vez que estuve en Gijón me alojé en un hotel del centro de la villa. Pero en esta ocasión, dado que quería que mi ruta tocara ese otro Gijón que hay a espaldas (y costados) de la ciudad, deseaba tener como base un hotel en pleno corazón rural del concejo. Y el destino, porque hay cosas que sólo se deben a él, me puso frente a mis narices el Hotel La ermita de Deva (www.laermitadeva.com), que era justo lo que andaba buscando. Pero no sólo en este corto periplo asturiano sino en mi vida. Porque un hotel con encanto así en mitad del campo, donde cada espacio de la casa se nutre de mimo, detalles y sabores de hogar siempre, me proporcionó la mejor estancia posible en Gijón. Con vistas a las montañas, incluso una antigua ermita dentro de las instalaciones, y a escasos cinco minutos de la ciudad.
Mi habitación abuhardillada era una maravilla. Sin más ruido que el de mis pisadas y los pájaros por la mañana cantando en las ramas de los árboles. Se puede decir que el paisaje llegaba hasta la cama.
Y aún no he hablado de los desayunos que Mara se empeñaba en prepararme cada mañana. Con la hoguera puesta y un sinfín de propuestas que variaban cada día. Puedo asegurar que hay cenas de nochebuena en las que he comido menos que durante aquellos desayunos dignos de presidir cualquier feria gastronómica.
Más que un hotel un lugar donde apartarse del mundo que a uno no le gusta para alcanzar con la yema de los dedos todo aquello que necesita. No sé cuándo pero volveré. Y será aquí, en «la ermita». Sin prisas pero con todo por hacer.
Y hasta aquí llega esta parte de esta historia, del otro Gijón que me ha permitido vivir una experiencia formidable. Quiero agradecer antes de cerrar capítulo, de ponerle un punto y seguido a la serie de relatos gijoneses, a Noemí por lo bien que se portó conmigo, a Mara, con quien daba gusto conversar cada mañana, a Isa y Jony, viajeros que vinieron conmigo a Bután y que se pasaron a verme una noche, a mis amigos de muchos años Víctor y Alicia (El mundo a tus pies), con quienes pude brindar en Casa Trabanco y a Ada, a quien pude desvirtualizar en Casa Yoli y con la que espero coincidir en alguna aventura por el mundo.
Existe otra Gijón más allá de Cimavilla, el elogio del horizonte, el puerto y el Molinón. Existe un Gijón rústico de aldeas pequeñas, senderos milenarios, yacimientos arqueológicos, románico a raudales, quintas indianas, merenderos y fabes calentándose a fuego lento. Y, si aún no lo conoces, te animo a descubrirlo. Si has prestado atención, algunas pistas sí que te he dado.
Gracias por acompañarme en una nueva travesía…
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
PD: Puedes encontrar todos los artículos sobre España en su apartado correspondiente: RINCONES DE ESPAÑA.