10 razones por las que viajar en crucero a las islas del Caribe
Soy consciente de que el mero hecho de imaginarnos disfrutando de playas de aguas cristalinas a la sombra de un cocotero puede ser suficiente motivo para que nos planteemos viajar en crucero a las islas del Caribe. ¡Por supuesto! ¿Quién se atrevería decirle no al paraíso? Pero no me refiero a quedarnos en la superficie de una clase de viaje cada vez más en boga sino hablar de por qué marcarse un crucero por algunas de las maravillas que salpican al mar Caribe se trata de una gran idea que nos puede aportar muchas experiencias formidables y, además, sin necesidad de vender un riñón para conseguirlo.
Tras realizar recientemente un bonito viaje en barco a las Antillas menores me gustaría compartir con vosotros una decena de razones por las que me parece que merece la pena viajar en crucero a las islas del Caribe y cómo debemos enfocar una travesía de este tipo.
ISLAS DEL CARIBE, UN SUEÑO CONVERTIDO EN REALIDAD
Siempre había deseado conocer las islas del Caribe e ir saltando de la una a la otra para revivir esas historias de navegantes, piratas y corsarios que tan buenos ratos me regalaron durante mi infancia (muchísimo antes, por supuesto, de que se iniciara la saga de películas de Piratas del Caribe). De hecho el de las Antillas (así como el de los Mares del Sur) estaba en la lista de objetivos prioritarios cuando empecé a viajar por el mundo. Así que no se trata, precisamente, de un tipo de viaje que me pillara de nuevas. Había estudiado mil maneras de hacer estas islas de manera independiente y casi siempre surgía el mismo problema. O más bien los mismos problemas. Por un lado se trataba de un viaje que requería muchos días y además el coste de los trayectos, alojamiento, excursiones, etc. se me salía de cualquier presupuesto, por muy optimista que este fuera. Y de ese modo lo fui dejando. De hecho pasó tanto tiempo que empecé a verlo como una idea borrosa, cada vez más alejada. Al final había viajado antes incluso a destinos como Corea del Norte, Swazilandia o Groenlandia, que ni son típicos ni se encuentran a la vuelta de la esquina precisamente.
Pero pronto resurgió la pregunta – ¿Y qué tal si hago las islas del Caribe en crucero? -. Así que antes incluso de responderme e mí mismo me encontraba en el puerto de Santo Domingo (República Dominicana) subido al buque Zenith de Pullmantur y a punto de zarpar rumbo a las Antillas Menores, en concreto a Martinica, Barbados, Granada y San Vicente y las Granadinas. Para entonces la pregunta se convirtió en un… – ¿Y cómo no había viajado antes en crucero a las islas del Caribe? –.
¿POR QUÉ HACER UN CRUCERO A LAS ISLAS DEL CARIBE?
No voy a engañar a nadie. Confieso que yo era de esos que hace años decía que no se me había perdido nada en un crucero y despotricaba sobre este concepto de viaje sin conocimiento de causa. Quiero justificarme con eso que he escuchado muchas veces de que la juventud y la ingenuidad nos absuelve de equivocarnos (al menos eso cantaba Bunbury cuando estaba en Héroes del Silencio) y con que cambié de opinión por completo en mi primer crucero. Tanto que repetí nuevamente. Y en concreto dos veces antes de marcharme al Caribe. Porque al final todo radica en lo mismo… en viajar, descubrir y dejar llevar la mente de la manera en que uno se sienta feliz (y no haga daño al prójimo). No hay más que eso.
Así que después de probar la experiencia crucerista en las islas del Caribe he preparado un decálogo de buenas razones para marcarse un crucero de este tipo y descubrir las perlas de arena fina, profundos bosques y conos volcánicos por los que batallaron españoles, ingleses, holandeses y piratas de bandera negra.
1. Se puede disfrutar de diversas islas del Caribe en un mismo viaje
Un solo viaje puede dar para visitar unas cuantas islas, muchas de las cuales son países independientes mientras que otras pertenecen a naciones europeas como Francia, Holanda o Reino Unido. Es muy importante antes de embarcarnos en un crucero de este tipo no sólo llevar el pasaporte sino escoger (y conocer) bien la ruta para aprovechar al máximo el viaje. De ese modo podremos optimizar al máximo el recorrido en función de nuestros gustos a la hora de viajar. Sea porque nos interesa más la playa, el snorkeling, la cuestión cultural, gastronómica o histórica de estos lugares que estuvieron tan disputados desde el Descubrimiento de América. Generalmente en un crucero de una semana se visitan cuatro o cinco islas, en función de los recorridos, por lo que nos aseguramos un viaje completamente multicultural con lugares que tienen en común el Mar Caribe pero con más diferencias entre sí de lo que nos podamos imaginar.
El mero hecho de disfrutar en un mismo viaje del casco viejo y colonial de Santo Domingo, bañarnos en una cascada de Granada, practicar snorkeling con tortugas en una playa de Barbados y recorrer el litoral de San Vicente en catamarán pasando por los escenarios de Piratas del Caribe es un auténtico privilegio y una razón de peso para plantearnos un crucero de este tipo.
2. Un viaje perfecto para cuando se tiene poco tiempo
El tiempo es, sin duda, la gran limitación junto al dinero para cuando preparamos un viaje. Tanto a la hora de planificar el mismo como para disfrutarlo. Lo bueno de viajar en crucero a las islas del Caribe está en que nos podemos ahorrar infinidad de preparativos y la necesidad de efectuar reservas de hoteles, transportes entre islas, etcétera. Y además podemos pasar de una isla a otra mientras vamos durmiendo en nuestro camarote o nos tomamos algo en el bar de piscina, lo que permite tocar muchas islas en un período de una o dos semanas.
Un viaje de isla en isla de manera independiente requiere muchos días. Y eso es lo que a lo que no podemos llegar en muchas ocasiones. Eso sí, cuando se hacen las islas caribeñas en crucero conviene tener en cuenta que dispondremos de tan sólo unas horas (generalmente suele ser un mínimo de ocho) para cada isla, por lo que es necesario asumir que no se puede ver o hacer todo lo que haría un visitante que se piensa quedar exclusivamente varios días en San Vicente y las Granadinas, por poner un ejemplo. En realidad la cosa es para saborear uno o varios apartados de los muchos que tienen para ofrecer estos destinos, pero nunca para hacerlo todo. No asumirlo puede llevar a frustración. Y para frustrarse mejor quedarse en casa.
3. Los precios de un crucero a las islas del Caribe son bastante inferiores a si hace el viaje de manera independiente
Si sumamos vuelos internacionales, vuelos internos (o ferries en función de que comuniquen con otras islas), alojamiento, comidas, excursiones, etc. nos dará una cantidad económica relativamente abultada si pensamos hacer las islas del Caribe una a una y moviéndonos por nuestra cuenta. Y, sobre todo, teniendo en cuenta que buena parte de éstas (Hablo de las Antillas, sobre todo) no son baratas precisamente. De ahí que un crucero en el que nos podemos ir olvidando de pagar transportes, el alojamiento y, en buena medida, las comidas y bebidas que están incluidas en el trayecto, resulta sin discusión la opción más económica para viajar a las islas del Caribe.
Este es un hecho diferencial bastante importante que ayuda, cuanto menos, a decantarnos por ir a bordo de un buque y contar con un presupuesto bastante moderado. En temporada baja estos cruceros por el Caribe con Pullmantur como el que hicimos nosotros (ojo, que la ruta como tal ya no existe en esta compañía) son tan asequibles que en ocasiones cuestan menos que alquilar un apartamento en la playa para un par de semanas.
4. Hay una gran cantidad de rutas disponibles por las islas del Caribe
Si te has quedado con ganas de más y te quedan muchas islas del Caribe para completar la colección que sepas que existen múltiples maneras de repetir el viaje pero cambiando los destinos. Por ejemplo, nuestro barco, el Zenith de Pullmantur, después de hacer desde Santo Domingo las islas de Martinica, Barbados, Granada y San Vicente, partía de nuevo de la capital dominicana para continuar con las Antillas Menores haciendo Antigua, Guadalupe, Santa Lucía o San Cristóbal y Nieves. Está también el Caribe sur con Aruba, Bonaire o Curaçao (combinadas con Colón en Panamá y la indescriptible Cartagena de Indias en Colombia).
Realmente existen veinte islas-estado (independientes o departamentos de Ultramar) con, a su vez, un montón más de islas formando parte de su territorio. Países grandes como Cuba, Jamaica o la propia República Dominicana. O la hermosísima Puerto Rico. Joyas como Bahamas o las Islas Vírgenes (Británicas o de USA) y otras maravillas que fueron severamente afectadas por los huracanes de 2017 tipo St Marteen o Dominica y que espero se recuperen lo antes posible y vuelvan a entrar las rutas de los cruceros.
5. Buenas temperaturas todo el año
El Caribe es bondadoso en cuanto a temperaturas se refiere. Tiene la capacidad de sacarnos de raíz el invierno europeo para envolvernos en su eterno verano. De ahí que sean más apetecibles, aún si cabe, en meses como noviembre, diciembre, enero y febrero en los que poder escapar del frío e introducir en la maleta bañadores, chancletas, pantalones cortos y no llevar una solo jersey. Pero todo el año suele brindar temperaturas que oscilan entre los veinte y los treinta y tantos grados. Un auténtico privilegio que dota a ese destino llamado Islas del Caribe de la capacidad de ser siempre apetecible.
De lo que no se escapan estas islas verdes y frondosas es, por supuesto, de las lluvias, que pueden aparecer en los meses de verano, sobre todo al final del mismo y comienzos del otoño. Es entonces cuando existe la posibilidad de la llegada de tormentas tropicales y huracanes. Afortunadamente este tipo de embarcaciones están preparadas para variar la ruta en caso de cualquier riesgo climatológico, ya que cuentan con predicciones muy exactas y el tiempo suficiente para cambiar de puerto.
6. Las islas del Caribe son idóneas para toda clase de viajeros, aunque busquen cosas diferentes
Las islas del Caribe atesoran las que para muchos son las mejores playas del planeta. Pero si algo debemos tener muy claro es que estos destinos dan para muchísimo más. Su vertiente histórica y cultural, las excelentes posibilidades de snorkeling y buceo, miles de opciones de trekking en auténticos bosques y parques volcánicos, la gastronomía criolla, la música y unos paisajes, que en algunos casos (San Vicente y las Granadinas, Granada o Santa Lucía, por ejemplo) quitan el hipo.
De ahí que sea muy importante contar con un amplio abanico de excursiones disponibles. En nuestro caso ya sólo en el catálogo del que disponíamos a bordo en el barco había una variedad muy interesante de excursiones, unas de medio día y otras para todo el tiempo disponible en la isla que visitábamos. Y a precios para nada desorbitados. Algunos ejemplos de excursiones consistían en admirar los fondos coralinos de Barbados en submarino, hacer snorkeling en un jardín de estatuas submarinas en Granada, bordear el imponente litoral de San Vicente en catamarán, hacer una visita (con cata incluida) a una destilería de ron en Martinica, así como distintos tipos de visitas panorámicas en vehículos adecuados al número de pasajeros que contrataran dicho tour.
En resumen, que hay un viaje por cada tipo de viajero. Para el que quiere relax en el paraíso, el que va porque le gusta bucear, el amante de la naturaleza y luego estamos algunos que lo queremos hacer absolutamente todo…
7. Los días (y noches) de navegación son realmente entretenidos
Está muy bien eso de exprimir al máximo las islas del Caribe y gastar energías. Pero otra de las facetas más positivas de hacer el viaje de esta manera, en crucero, tiene que ver con que cuando estamos yendo de un sitio a otro nos da tiempo a descansar en nuestro camarote, darnos un baño en la piscina o un masaje en el spa, tomarnos unos cocktails en la popa viendo zarpar al barco, darnos una cena de postín, conocer gente de todo tipo entre el pasaje y dejarse llevar por la música en la discoteca. Y no sólo eso. Se puede ver un espectáculo distinto cada día en el teatro (a nosotros nos tocó un homenaje al grupo ABBA). La verdad que en un crucero hay actividades a cada momento para mayores y más pequeños. Muchas más de las que nos podamos imaginar.
Un barco de crucero es, al fin y al cabo, un hotel flotante con restaurantes, bares de copas, piscinas, sala de juegos, discoteca, teatro y hasta una biblioteca. Porque pocos lugares más inspiradores que el océano de fondo para leer algo interesante.
8. El de las islas del Caribe se trata también un viaje gastronómico (tanto a bordo como fuera)
Si sois de buen comer (ya, ya lo sé, yo también me incluyo) creo que un crucero es una de las mejores opciones para marcarse un homenaje cada día. Tanto que la cosa da para no repetir un solo plato en una semana. Y en las dos vertientes, la de la experiencia en las islas y la de la estancia en el barco. En Martinica, Barbados, Granada o San Vicente encontramos lo mejor de la cocina criolla en el Caribe, mezclas de la tierra con influencias venidas de Europa, África, India e incluso el Lejano Oriente. Buenos guisos con leche de coco o curry, arroces especiados y una variedad ingente de frutas tropicales adornando tanto platos como las copas. Otro motivo más (y son muchos) para conocer las islas del Caribe.
Pero a bordo la cosa no decae. Todo lo contrario. Porque en los distintos restaurantes del barco, ya sean tipo buffet o con menú (en el Zenith éste se llama Le Flamboyant), la variedad, cantidad y calidad de la comida son destacables e ideales para una magnífica experiencia culinaria. Para picotear entre horas (o más bien a deshoras) siempre hay un grill abierto e incluso una pizzería. Para comer sin límites se abre a mediodía y por la noche un amplio buffet. Y para una cena de gala nada mejor que sentarse cada noche para dejarse llevar por los platos de la carta elaborada por un cocinero con dos estrellas Michelin como Paco Roncero.
Así que me temo que un crucero no es el lugar ni el momento más indicado para ponerse a dieta. Salvo que seamos mucho más fuertes que nuestras propias tentaciones.
9. Un viaje para hacer en solitario, en pareja, con la familia o en compañía de tus amigos.
Antes comentaba que en un crucero a las islas del Caribe cabe todo tipo de gente en función de sus aficiones a la hora de viajar. Pero no me refería tan sólo a la clase sino también al número de personas que forman parte del núcleo viajero. Y es que una experiencia en barco con destino Caribe resulta ideal para parejas en busca de exotismo y cenas románticas, para familias que disfruten de la playa y las actividades en el barco (donde los niños y no tan niños tienen sus clubs particulares), grupos de amigos de barra libre y altas horas o incluso viajeros solitarios que deseen conocer un destino idílico y muy completo como es es el de las Antillas Menores. Además ya se sabe que en un crucero se puede ir solo pero se conoce a tanta gente que lo raro será no estar acompañado. Se hacen muy buenas migas en estos viajes.
10. Contemplar el atardecer en el mar desde cubierta o en tu habitación es un regalo que te puedes permitir cada día
Observar el mar, perdiéndose en un horizonte de olas y espuma, a cualquier hora del día es de por sí una razón número uno para irse de crucero. En realidad da igual donde sea. Pero es que con la puesta de sol las palabras sobran y todo lo no que no nos parece demasiado importante se desvanece para vivir una emotiva despedida a cámara lenta y a todo color. A veces no nos damos cuenta de que el mayor espectáculo del mundo lo tenemos delante de nuestros ojos. Y las aguas del océano (junto a los desiertos) son el mejor telón de fondo para cualquier atardecer que se precie.
De ese modo la cubierta o incluso tu propia habitación puede convertirse en el lugar perfecto para celebrar un acontecimiento que se repite cada día pero que jamás es igual. Casi nada…
Seguro que me he dejado muchas más razones para regalarse u homenajearse en un crucero a las islas del Caribe. Intentaré que éste no sea el último y poderos contar otras nuevas. Por pedir un deseo que no quede.
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
10 Respuestas a “10 razones por las que viajar en crucero a las islas del Caribe”
La verdad que un viaje en un crucero es fantástico!! Me ha gustado mucho el post! Saludos
Muchas gracias, me alegra que te haya gustado el post de razones por las que viajar en crucero a las islas del Caribe!
Sele
En una semana haremos, en familia, este mismo viaje. Nos sirvió mucho leer tu post. Muchas gracias.
Muchas gracias Marcelo. Justo hoy publiqué un artículo sobre la isla de Granada que te puede ser de utilidad.
Un saludo!!
Sele
Eres el segundo Gran Viajero que nos recomienda un crucero por el Caribe, habrá que haceros caso, hehehehe.
Saludos
Es que creo sinceramente que es una buena manera de picar entre islas 😉 Ahora lo que pasa es que creo que esta ruta se deja de ofrecer con Pullmantur desde mayo de 2018… 🙁
Saludos,
Sele
Bueno, habrá otras rutas parecidas y si la salud nos lo permite quien sabe, si los Grandes Viajeros lo recomendáis será que es bueno, hehehe.
Saludos
Busco un crucero que parta de USA y arribe a Santo Domingo RD, ¿Alguna idea?
El barco de crucero, es un barco de lujo que cuenta lo suficiente con los servicios a los pasajeros.
Busco un barco de crucero de lujo, que inicia su recorrido,Puerto Quetzal, Escuintla, Guatemala, hasta Florida o California de Estados Unidos de NorteAmeríca