El último viaje a India contado en 10 momentazos
Tras mi primer viaje a India hace ya unos cuantos años, tuve la suerte de volver recientemente. El objetivo de este regreso al país asiático fue buscar la mirada del tigre de Bengala en su estado salvaje, algo que se cumplió en los parques naturales de Kanha y Bandhavgarh, dentro del Estado de Madhya Pradesh. Esta nueva incursión en India tuvo de todo además de tigres u horas y más horas de safari en busca del enorme felino. Descubrí rincones no muy conocidos, aldeas que bien podían ser las que aparecen en El Libro de la Selva, pero también me dio tiempo a visitar por primera vez los fabulosos templos de Khajuraho, atravesar las murallas rojas de la antigua capital mogola de Fatehpur Sikri, postrarme una vez más frente ante el Su Majestad el Taj Mahal y terminar bailando en una ceremonia dedicada a Krishna en Mathura, su ciudad natal.
Si queréis ver cómo fue este último viaje a India contado en 10 momentazos os recomiendo que sigáis leyendo para revivir aquellas escenas y escenarios que formaron parte de una gran aventura.
Los mejores momentos del viaje a India con Comando Piraña
La que fuera primera misión del Comando Piraña, un nuevo concepto de expediciones y retos que nos iremos marcando por el mundo, tuvo a India en la diana desde el mismo momento de su nacimiento. Dos viajeros, Víctor Alonso (Fundador de Piraña, Creador de Aborígenes y autor del libro «Cartas desde el Planeta Tierra y, sobre todo, buen amigo), y el que os escribe, nos metimos entre ceja y ceja no volver a casa hasta que viéramos en vivo al tigre de Bengala. Así que nos volcamos varios días en el Estado de Madhya Pradesh para buscar al mismísimo Shere Khan en los bosques de Kanha y Bandhavgarh, los mismos lugares en los que se basó Rudyard Kipling a la hora de escribir su famoso The Jungle Book o El libro de la Selva. Ese era nuestro único plan, pero tras lograr ver tigres de Bengala en India durante varias jornadas de safari, continuamos con el viaje improvisando por lugares nuevos y volviendo a otros en los que yo había tenido ocasión de estar años atrás.
Fueron algo más de diez días de planificar poco e improvisar mucho. Salvo las reservas de los parques naturales (los permisos son limitados) y el alojamiento en los mismos, el resto lo montamos sobre la marcha. Y así fue como quedó este bonito viaje a la India, nuestro viaje. ¡Aquí va una ración de momentazos inolvidables!
1. Bienvenidos a India
Nada más llegar a India es común para todos, incluso para los que repiten, no dar crédito ante lo que se tiene delante. Caos de tráfico, las vacas en las medianas o cruzando la carretera, ese colorido indescriptible cuando se fusionan cientos de saris en un mercado, el olor de los mercados (o de las «no cañerías»). La India no es el la perfección y armonía del Taj Mahal sino todo lo contrario. Un desastre que unos odian y a otros nos encanta, un no saber qué va a suceder en los próximos minutos, un mar de cánticos procedentes de una ceremonia perfumada de incienso, una religión predominante de mil dioses y otras mil religiones que pocos fuera de India conocen.
El primer gran momentazo que vivimos en India fue precisamente… entrar a ella. Aterrizamos en Delhi y volamos rápidamente a Jabalpur en un avión tan surrealista que tenía los asientos sujetos con celofán. Enseguida nos vimos atravesando las carreteras de Madhya Pradesh buscando el sur, pasando por mercados improvisados en encantadores pueblecitos, viendo volver del campo a los labradores, asomándonos a un árbol lleno de murciélagos-zorro y «no durmiendo» en Badhavgarh porque coincidió nuestra llegada con una boda hindú que debía tener más invitados que la de Lolita por todo el jaleo que armaron.
2. En Bandhavgarh vimos nuestro primer tigre de Bengala
Un bosque seco que recordaba al corazón de África nos trasladó al primer episodio de esta aventura. Bandhavgarh tiene la fama de poseer la mayor densidad de tigres por kilómetro cuadrado. Y las mejores probabilidades que cualquier persona tiene de avistar en libertad al mayor depredador del continente asiático. Tras no pocas horas de rastreo e intentos fallidos vino una voz de alarma de un antílope que avisaba de la presencia de un tigre por la zona. Llegamos justo a tiempo para ver pasar delante de nosotros a una tigresa que nos mostró lo más granado de su afilada dentadura. Tras bufar a nuestro coche continuó su camino para buscar a sus cuatro cachorros que no debían andar lejos.
De hecho minutos más tarde nos encontraríamos a la familia reunida alrededor de una laguna en la que estaban bebiendo y disfrutando de un corto pero relajante baño. Nunca olvidaremos las escenas que allí pudimos vivir. Porque no todos los días se le puede mirar a los ojos al gran tigre de Bengala en su hogar en el corazón de la India.
Los lectores de El rincón de Sele pueden hacer un viaje como éste de manera organizada para salir en busca de los tigres de Bengala en India. Oferta de safari con 6 noches a los parques de Bandhavgarh, Kanha y Pench (transporte interno, hoteles, comidas, permisos, guía…) De regalo una Guía de mamíferos en India (válido tan sólo para seguidores del blog)
3. Safaris mañana y tarde en Kanha con premio al final
El Parque Nacional de Kanha resultó tan hermoso como desesperante. Este paisaje boscoso al que le gusta merodear la bruma tiene una cantidad de fauna que, aunque no hubiera tigres, seguiría mereciendo la pena. Pero los tiene… ¡vaya si los tiene! Y en el que se cuenta fue la referencia de Rudyard Kipling para crear su historia y traer al mundo a Mowgli, Baghira, Balú, Shere Khan y compañía llevamos a cabo numerosos safaris en busca de este último. Desde el amanecer hasta la puesta de sol recorriendo todos y cada uno de los senderos posible, escuchando pistas falsas, siendo conscientes de que el tigre se nos escapaba por metros o segundos de diferencia. Hasta que en el último momento, cuando ya nos marchábamos asumiendo que nuestra misión en Kanha había quedado en saco roto, aparecieron dos tigres de Bengala, dos grandes machos, rivalizando por un territorio, el de Kingfisher, quien para muchos es probablemente el tigre más grande de este parque natural. No sabemos cómo acabó la persecución del grandullón al nuevo aspirante pero quienes compartieron este momentazo con nosotros nos aseguraron que sólo podía acabar en pelea y quién sabe si en la muerte de uno de los dos.
Conoce las particularidades de los safaris para ver tigres salvajes en India. Lugares, consejos, y experiencias con estos grandes felinos.
4. Conociendo «la aldea de los hombres» de El Libro de la Selva
Una de las aldeas azules entre arrozales y bosques densos que ocultan al tigre de Bengala vivimos uno de los mejores momentos de todo el viaje. Muy cerca de Kanha, una aldea anónima que bien pudiera haber sido la que aparece en El Libro de la Selva, nos regaló una visita deliciosa en la que nos acompañó prácticamente todo el pueblo. Niños y mayores salieron a recibirnos y a acompañarnos por granjas y establos de un pueblo humilde pero rotundamente bello. Y muy alejado de la imagen de esa India superpoblada y contaminada que es la que muchas veces llega a nuestros ojos. El sur de Madhya Pradesh es toda una sorpresa cargada de estupendos paisajes en las que se funden la naturaleza y la vida rural que poco o nada ha variado en los últimos siglos.
Aquella aldea sin nombre (en honor a Cervantes yo tampoco quiero acordarme de él) nos ofreció toda la buena energía que necesitábamos para nuestro reto de ver la tigre. Y nos brindó su suerte, de la cual no nos despojaríamos hasta el final de nuestra estadía en India.
5. En Khajuraho recorrimos los templos del kamasutra
Un lugar donde el erotismo y algunas de las posiciones más atrevidas del kamasutra aparecen esculpidos en piedra es Khajuraho. Sin salirnos de Madhya Pradesh, a mitad de camino entre Agra y Varanasi, surge una colección de templos hinduístas extraordinarios con casi un milenio de antigüedad. Lo mejor de estos templos Patrimonio de la Humanidad UNESCO es la profusión de detalles escultóricos en sus muros y el excelente estado de conservación que poseen. Cuando llegaron los mogoles, de religión musulmana, llevaban tiempo abandonados y por ello las voluptuosas y sugerentes figuras de mujeres y hombres (incluso animales) practicando el sexo en todas sus formas se salvaron de una destrucción prácticamente segura.
Recorrimos tanto la zona oeste como este de los famosos templos de Khajuraho. Aquella fue nuestra vuelta a la «civilización» después de estar varios días metidos en la selva sin conexión ni tan siquiera cobertura. Para los amantes de templos como los de Angkor, Prambanan, Bagan, Ayutthaya, etcétera, Khajuraho no puede faltar en la lista de los mejores de toda Asia. ¡IMPRESCINDIBLES!
6. Haciendo amigos en el tren nocturno
Un viaje a India no es un viaje a India en condiciones si no se utiliza, al menos una vez, un tren. Para salvar la distancia entre Khajuraho y Agra tomamos un tren nocturno que pudimos reservar in extremis. No había primera clase disponible en ese tren, por lo que recurrimos a la versión 2AC, que es igual que la 1AC pero con cortinillas en vez puertas separando los compartimentos. Compartimos camarote con un indio de Delhi, un mexicano muy simpático que trabajaba en una empresa de cines e incluso con responsables de la oficina de turismo de Madhya Pradesh que nos regalaron una buena colección de mapas de la región que precisamente abandonábamos a bordo de ese tren.
Tomar un tren indio es toda una experiencia. Media ciudad en la estación esperando tomar el suyo, las vacas merodeando por las vías, vendedores de cadenas «anti-robo» y esos aromas que poco tienen que ver con los del campo, nos acompañaron antes, durante y después. Ya dentro del vagón, arropados por esas sábanas y mantas de dudosa rugosidad que huelen a muerto, disfrutamos de unas horas en buena compañía en la que terminamos compartiendo comida, risas y múltiples anécdotas de uno de los países del mundo que menos indiferente dejan a cualquiera. Diría que India está en la primera posición de esos lugares que por mucho que te los cuenten tienes que vivirlos por ti mismo. Porque no existen palabras para definirlo…
7. Un hotel con vistas, insectos…y ratones
Llegar de madrugada a Agra nos dejó la posibilidad de echar una breve cabezada antes de salir por la mañana a visitar el famoso Taj Mahal. Pero Agra, probablemente la ciudad más corrompida y horrenda de la India (a pesar de tener muchas maravillas dentro de ella) nos esperaba con una sorpresa. Nos habían recomendado pernoctar unas horas en uno hotel próximo al Taj, desde el cual nos aseguraban tener unas vistas prodigiosas del monumento desde la terraza. Su nombre Saniya Palace y su fama de la terraza cierta. Pero como hotel es un absoluto desastre, un nido de timadores con muy poca decencia. Nos dieron una habitación que bien podía pasar por una cuadra en la que la porquería y los mosquitos se repartían por igual. Tuvimos que poner el saco de dormir sobre el colchón y enfundarnos en mosquiteras para no salir acribillados en esas horas en las que no teníamos otro sitio donde pasar la noche (llegamos pasadas las 3 de la madrugada) y sólo necesitábamos que el tiempo pasara rápido. Dormir no dormimos, pero otros lo pasaron peor, con ratones paseándose al lado de la cama y la actitud chulesca del dueño del hotel y sus trabajadores, que hacen del «mochilerismo» un negocio, diciendo que si había roedores, que probaran a subirse en ellos.
Siempre he dicho que lo barato sale caro. Y en Agra os aseguro que carísimo…
8. Ante su Majestad el Taj Mahal
Agra es una ciudad infernal pero posee el monumento más hermoso que hay en la Tierra. Recuerdo que durante mi primera vez ante el Taj Mahal lloré como un niño. Comprendí la definición de belleza y de perfección en construcción de mármol que nació precisamente por el amor de el Emperados Shah Jahan a su esposa fallecida, Mumtaz Mahal. Y en el regreso me volví a emocionar por poder contemplar de nuevo «las lágrimas esculpidas en mármol» a orillas del río Yamuna. Esta vez tenía andamios de madera sobre tres minaretes pero rompían para nada un conjunto que a todas luces es insuperable.
Para Víctor sí fue la primera vez. Y tengo la sensación de que le costó asimilar lo que tenía delante, pero que fue dejándose embaucar por el Taj Mahal a medida pasaban los minutos olvidándose incluso de que hubiera tanta gente. Cometimos el error de no estar a las 6:00 de la mañana con las puertas recién abiertas para llegar con la mejor luz posible a las 8:30. Pero todo mereció la pena, la primera misión juntos como Comando Piraña debía tener una postal del Taj Mahal. Y la tuvimos, puesto que buscamos todos los rincones y ángulos posibles para tomar fotos y grabar numerosos vídeos.
Una vez terminamos nuestra andadura de tres horas en el Taj, nos marchamos de Agra como un rayo. Yo ya conocía el Baby Taj, el Fuerte Rojo o la Mezquita de los viernes. Incluso me había perdido en las desastrosas calles con los escasos remanentes mogoles que le quedan. Pero sólo teníamos ganas de abandonar esta terrible ciudad que tiene la suerte de tener el imán más potente de toda la India. Y, aunque Agra huela a gato muerto a todas horas, uno no se puede marchar del país sin rendir su particular homenaje al Taj Mahal.
9. Visita a la ciudad fantasma de Fatehpur Sikri
Cuando el jeque sufí Salim Chistie le aseguró al Emperador Akbar el Grande, el más rico y poderoso de los mogoles en India a lo largo de toda su historia, que iba a tener un hijo muy pronto y se cumplieron sus augurios, éste agradecido porque hasta entonces no había podido tener descendencia, le hizo una promesa al hombre santo. Akbar Levantó la capital de su imperio en el lugar del nacimiento de Salim y el centro de todo sería su tumba. Fue, por tanto, erigido entre 1571 y 1585 un soberbio conjunto palaciego amurallado, así como una imponente mezquita, con la mejor fusión existente hasta entonces del arte musulmán e hindú. Pero esta capitalidad no llegó ni a los 15 años de vida, siendo abandonada Fatehpur Sikri (que significa Ciudad de la Victoria) por la falta de agua y saqueada posteriormente por ladrones y buscadores de tesoros.
A Fatehpur Sikri fuimos en coche desde Agra en un trayecto que duró apenas una hora. Esa fue la última vez que miramos el reloj porque perdimos por completo la noción del tiempo tanto en el Palacio Imperial como la Mezquita. Y rodeamos la tumba del santo sufí en el interior de una gran sala de mármol que destaca en el patio del conjunto religioso. La antigua ciudad imperial nos pareció asombrosa y extraordinariamente fotogénica. No dejaban de surgirnos escenas y postales memorables en cada paso que dábamos.
10. La locura nos invadió en Mathura
¿Que por qué acabamos en Mathura? Ni yo mismo lo sé todavía. La ciudad natal de Krishna es una pequeña Benarés pero con el Yamuna en vez del Ganges y sin apenas turistas. Los ghats o escalinatas al borde del río, llenas de santuarios, brahmanes (casta sacerdotal) realizando rituales pūjā en el agua, así como monos, vacas, encantadores de cobras y demás buscavidas forman parte de un escenario 100% India. Allí encontramos lo que andábamos buscando, volvernos locos y perdernos en la autenticidad de un sitio del que no habíamos leído una sola palabra nunca pero que nos fascinó por completo.
Sólo sé que nos dejamos llevar primero en una canoa por el Yamuna, que nos bendijeron dos brahmanes, que compramos varios amuletos y que acabamos en uno de los muchos templos dedicados a Krishna siendo el centro de una ceremonia religiosa multitudinaria. En un letargo de tambores, gritos y chanzas nos vimos bailando en honor uno de los dioses más venerados de la India que, por cierto, guarda ciertos paralelismos con la historia que nos ha llegado de Jesucristo. Estoy convencido de que el Comando Piraña quedó bendecido en Mathura para siempre.
Y éstas fueron algunas de nuestras vivencias en un país con el que me he vuelto a reconciliar después de un tiempo en que anduvimos algo separados. Tengo que reconocer que ese caos impredecible me tiene completamente enganchado. Y que no puedo tardar tanto en regresar.
Recientemente Víctor y yo estuvimos en el programa de viajes en Radio Marca, Paralelo 20, hablando sobre nuestra experiencia con los tigres de Bengala en India. Escucha nuestra intervención aquí.
Hay una India para cada viajero. Y ésta ha sido la nuestra…
Sele
+ En Twitter @elrincondesele
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4 Respuestas a “El último viaje a India contado en 10 momentazos”
¡Gran artículo sobre India! Además, el fotoreportaje es muy bueno. Sin duda, es uno de esos viajes que se quedan en el recuerdo.
¡¡Besos!!
Que envidia poder ir a la India! Algun dia.
Felicitaciones.
Me contento con haber regresado de mi viaje de este año, precisamente este Mayo 30.
Fue de Mayo 13 a Mayo 30.
No hare como el año pasado que comenze y no pude parar.
Hice 4 dias en Dinamarca. dos dias Copenhagen(me enamore de esa ciudad, asi de simple, creo que mas alla de la estetica, es mi favorita!!), otro dia los espectaculares Castillos de Frederiksborg y Kronborg(el pueblo Helsingor muy lindo,me sorprendio). El dia final fuimos a Odense,lo mas destacado la casa de Hans Chistian Ardenson, luego Svenborg(de vuelta,muy lindo) y el hermosisimo pueblo de Aeroskobing, que tienes que conocer, en la isla de Aero, probablemnte el pueblo mas bello de Escandinavis, y mira como me atrevo, que conozco poco de alla, asi de bello es!!! Podria estar en la lista de pueblos mas bellos de Europa!
Luego 2 dias en la preciosa Estocolmo, con su Ayuntamiento, el Vasa, los canals, en fin,espectacular la ciudad!.
Luego 1 dias en las bellas Vinius, Riga y Tallinn. Quizas si me dan a escoger una seria Tallinn, pero las otras dos no se quedan atras, son preciosas y cada una con su personalidad!! Vilnius muy barroca, con el Castillo de Trakai en medio de los lagos(una maravilla con festival medieval incluido) Riga mas mezcalda y vivaz, con un barrio antiguo hermosisimo y uno art nouveau alucinante y mas alla escondiendo una pequeña gran ciudad un tanto abandonada,pero que es valiosisima, a mi modo de ver. Tallinn, que no defrauda! una maravilla. Con un dia bien aprovechado se visitan, sin problemas. Es mas…… me quedo con las tres!!!
Luego la SORPRESA DEL VIAJE….Helsinki!!! No ESPERABA MUCHO DE ELLA! Es limpia, elegante, rica, con un puerto precioso y un archipelago de islas incredible enfrente(lo paseamos en barco)! No tiene el patrimonio de las demas y sin embargo es una ciudad bella! Asi de simple…me encanto!
St Peterburgo ,Rusia,tres dias. Debo decir que la llegada en la noche desde la impecable Helsinki no fue la mejor carta de presentacion. Muy decadente me parecio. Al dia siguiente ,ya con la luz y en pleno centro(estuvimos siempre bien ubicados) la ciudad descubrio su monumentalidad desenfrenada. Esta llena de edificios monumentales y hermosos(muchos sucios creo yo). Asi y todo es incredible esa ciudad!El hermitage me dejo sin palabras…..ni el Louvre o Versalles creo! Es el derroche de lujo mas grande que he visto en mi vida! La coleccion ya pasa a un segundo plano!El Palacio de Catalina….otra groseria……..el mas extremo lujo….el oro por doquier….el barroco mas desenfrenado! El Parque del Palacio de Petrehofff otra maravilla!!Son cosas de ver para creer!. Las Iglesias, en especial la del Cristo sobre la sangre derramada, una de las mas bellas del mundo,no hay dudas!! El Marinski!!!(vimos ballet)El recorrido por los canals! Al final cai rendido a los pies de la ciudad!
Finalmente ……Moscu!!!!!!!! Tampoco iba con altas espectativas, mas las tenia con St Petersburg! Sin embargo me gusto mas Moscu!. Mas capital, mas real,mas cosmopolita creo! Es una gran capital,una que hay que conocer! No es la ciudad tipicamente bella de Europa,tipo Roma o Paris,no. Es El Kremlin, la brutal Plaza Roja con San Basilio(por dentro no dice mucho, comparado con todo las Iglesias alucinantes de St Peterburg, las del Kremlin, las de Sergyev Possad, otras mas,tantas que ver !!!!las calles peatonales del centro, los monasteries escondidos(nos tropezamos con uno bellisimo),los almacenes Gum, el Bolshoi(vimos funcion), la cathedral del Cristo Salvador, EL RIO MOSCOVA!!!!(lo navegamos y es bellisismo!!!), La impactante Universidad Lomonosov! La mezcla de lo antiguo,lo ruso,lo estalinista,lo sovietico, lo bello,lo no tan bello!Una ciudad muy real me parecio, muy viva. Todo el centro con muchas tiendas de lujo, los almacenes Gum, lugares lindos, Nuevo Arbat de dia no dice mucho, de noche con las luces deslumbra!, la encantadora calle Arbat(en donde nos hospedamos!)Y hubo tiempo hasta para visitar el monasterio de Sergyev Possad(a una hora en tren), le llaman el Vaticano Ruso y vale la pena, es bellsimo y experimentamos ademas la Rusia mas de adentro,con gente subiendose al tren a vender cosas y todo,je,je. Lo recomiendo mucho!
En fin ….un viaje maravilloso! Comimos creo que como nunca(tiramos la casa por la ventana,eso si, nos sentamos en donde nos parecio mas lindo, asi de simple, mas sueltos(cosa que no siempre hacemos, esta vez el presupuesto daba para mas, y siempre acertamos, en todos los paises. Lugares lindos en todos lados. Increible viaje.
La gente en Dinamarca es fisicamente bella, en toda esa zona norte. Me impresiono. LAS RUSAS SON BELLISMAS,, TAMBIEN LAS DANESAS!! Mujeres y hombres bellos por todos lados!! Igual o mas que en Polonia!!
Todo me encanto del viaje! Mis espectativas fueron superadas creo yo! y lo disfrutamos todo al al maximo!!
Ah…se nota la diferencia en calidad y nivel de vidad entre Escadinavia y las Republicas Balticas, tambien con Rusia en segundo plano!.
Dinamarca es muy cara, la mas creo(pero preciosa).
Rusia no tanto como dicen(de cara).
Y que bueno que se fue el comunismo de esos paises! Ojala y nunca vuelva!
Y que España no se embarque con Podemos! sorry por el comentario!no pude! no me hagas caso,perdoname!
Que viva la democracia!
En fin, voy a parar porque me pasa como el año pasado y es tu blog!
saludos
y a visitar La India algun dia!
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