Guía de un viaje en coche por los pueblos de Midi-Pyrénées - El rincón de Sele

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Guía de un viaje en coche por los pueblos de Midi-Pyrénées

Guía práctica de un viaje en coche a Midi-Pyrénées

Las rutas por carretera en el sur de Francia son inexpugnables. Mil y un vericuetos medievales en ciudades, pueblos, claustros nos esperan allá donde se cruzan varios de los senderos del Camino de Santiago francés que siguen viendo pasar por delante a los peregrinos. Midi-Pyrénées (o Mediodía Pirineos) es, en cuerpo y alma, buena parte de un tiempo que avanza despacio y que nos propusimos descubrir en un viaje en coche en busca de los pueblos más bellos en esta región meridional de Francia. Teniendo Madrid como partida decidimos iniciar nuestra aventura en Moissac para salir a descubrir rincones fabulosos como Rocamadour, Albi, Lauzerte, Cordes-sur-Ciel o la inimitable Conques, entre otros, auténticos escaparates del medievo que no se nos escaparon en un mapa arrugado con todos los trazos diseñados a lápiz.

Imagen de Rocamadour (Midi-Pyrénées, Francia)

Es mi objetivo compartir los detalles de esta ruta en coche por Midi-Pyrénées, concretamente a los departamentos de Tarn, Tarn-et-Garonne, Lot y Aveyron, mediante una pequeña guía práctica. En ella aparecen los lugares que recomendamos visitar, así como los pasos para seguir y repetir un viaje maravilloso a una zona de Francia en la que hay muchas cosas que ver y que hacer. Un viaje al corazón de la Edad Media. 

MIDI-PYRÉNÉES Y LA BÚSQUEDA DE LOS PUEBLOS MÁS BELLOS DEL SUR DE FRANCIA

No era la primera vez que tenía la suerte de viajar a la región francesa de Midi-Pyrénées. En la anterior ocasión me había centrado en un viaje en coche por el Departamento del Gers y así completar una ruta de pueblos y bastidas siguiendo las huellas de D´Artagnan, el célebre gascón que viajó desde su castillo en Lupiac a París para cumplir su sueño de ser mosquetero del Rey Luis XIII de Francia. Pero al otro lado de los Pirineos, además de Gers, aún quedan otros departamentos que esconden lugares magníficos. Hablo de Lot, Tarn, Tarn-et-Garonne, Haut Garonne, Haut Pyrénées, Ariège o Aveyron que, junto a Gers, suman más de 45.000 kilómetros cuadrados de superficie, lo que nos da un territorio semejante a Estonia y más grande que países europeos como Suiza, Dinamarca, Bélgica u Holanda.

Mapa de Midi-Pyrenées (Francia)

En una zona en la que todavía los ancianos tararean el occitano y el gascón, nace una Francia alegre en la que se apuesta por la buena vida y la perpetuidad de los buenos recuerdos. Con cinco lugares incluidos en la lista del Patrimonio de la Humanidad UNESCO y una treintena de pueblos bajo la prestigiosa denominación de Les plus beaux village de France (Los pueblos más bellos de Francia) surge una red de ideas y posibilidades a cada cual mejor.

HOJA DE RUTA DEL VIAJE A MIDI-PYRÉNÉES

Dada la extensión de Midi-Pyrénées para preparar un viaje por carretera lo principal es seleccionar las zonas a visitar. Debemos escoger entre recorrer uno de los ocho Departamentos en exhaustividad o, por el contrario, saltar a varios de estos con el objeto de dirigirnos a aquellos lugares que tengamos interés en conocer. Al fin y al cabo que un lugar determinado pertenezca a Lot, Aveyron o Tarn es indiferente, ya que lo importante es que vayamos a ver lo que más nos apetezca y mejor nos venga a la hora de establecer una ruta.

El mercado de Moissac (Midi Pyrénées, Sur de Francia)

Esencial también es saber con cuántos días disponemos para realizar este viaje a Midi-Pyrenées (Mediodía Pirineos), si lo hacemos saliendo desde España o alquilando un vehículo, por ejemplo, en Toulouse después de llegar en tren o en avión. Eso ya dependerá de nuestros planes. Sobre el tiempo de duración, en nuestro caso requerimos de cinco días entre idas y venidas, pero esta región da para estar dos semanas si es necesario o un fin de semana si no andamos sobrados y nos interesa visitar una ciudad o algunos pueblos en cuestión. Existe un viaje a Midi-Pyrnénées por cada viajero y siempre va a haber que hacer descartes, siendo conscientes de que muchos lugares asombrosos quedarán por el camino. Aunque mejor que suceda porque así nos quedarán siempre motivos para regresar, ¿no creéis?

Cordes-sur-ciel (Tarn, Francia)

El mapa con nuestro recorrido en Midi-Pyrénées

Sin contar el viaje de ida y vuelta desde Madrid (el kilometraje total superó los 2000 km) establecimos nuestro punto de partida en Moissac. Cada noche dormimos en un lugar distinto y el mayor número de kilómetros en un día fue 185 km (ruta Albi-Rocamadour, aunque nos detuvimos en dos pueblos por el camino). Nuestro interés máximo estaba en la visita a localidades con un casco viejo del medievo bien preservado, mayoritariamente pueblos con encanto, aunque también incluimos base en dos ciudades magníficas y de poco tamaño como Rodez y, sobre todo, Albi. Cada día hacíamos como mínimo 2 ó 3 visitas, aprovechándonos de la cercanía y de que muchos de los lugares visitados tenían unas dimensiones modestas. A continuación podéis consultar el mapa con la ruta completa por Midi-Pyrénées:

Mapa de la ruta que hicimos en el viaje a Midi-Pyrnénées (Francia)

(Inicio de ruta desde Madrid) MOISSAC – Lauzerte – Albi – Cordes sur ciel – Saint Antonin Noble Val – Rocamadour – Conques – Salles la Source – RODEZ (Final de ruta y regreso a Madrid por el País Vasco)

Probablemente no sea el viaje perfecto a esta parte del sur de Francia pero sí el que nos apetecía hacer. Un roadtrip en el que, por supuesto, han quedado cosas en el tintero (a la mente me vienen Najac, Saint-Cirq-Lapopie o Cahors). Como ya he dicho, Midi-Pyrénées supera el tamaño de Bélgica, y hay que tener muy claro qué queremos ver y hacer en la región. Lo importante es regresar el último día con la ilusión de haber disfrutado de algunos de los pueblos y ciudades más bonitos de toda Francia.

Foto de una calle de Conques (Francia)

Para ampliar ruta disponemos en este blog de información sobre el Gers, el corazón de la Gascuña y sobre Saint-Lary-Soulan, una de las estaciones invernales más importantes de los Pirineos y a la que le sacamos el mayor partido sin ponernos los esquís. Al oriente de Midi-Pyrénées nos queda el Languedoc con su fascinante País Cátaro y la preciosa Carcassonne. Y al occidente la región de Aquitania con el País Vasco francés jugando en la cordillera pirenaica y la región histórica del Périgord poseedora de más de mil castillos.

Banner guía del viaje al Gers (Gascuña, Francia)

Pueblos de interior más bonitos del País Vasco francés

NOTAS ACERCA DE LOS LUGARES VISITADOS EN MIDI-PYRÉNÉES (MEDIODÍA PIRINEOS)

¿Os subís con nosotros a un viejo Citroën C-4 a visitar Midi-Pyrénées? Os mostramos uno a uno todos los lugares que pudimos ver en la emblemática región del sur de Francia a través un delicioso viaje por carretera.

Moissac

Punto de partida de nuestra ruta en coche por Midi-Pyrénées. Moissac le debe todo a la abadía de Saint-Pierre, uno de los mejores conjuntos monásticos del románico en toda Francia. Desde la propia abadía se explica este pueblo del Departamento de Tarn-et-Garonne, que se asoma a un velocísimo río Tarn. Saint-Pierre es poseedora de un claustro descomunalmente bello, levantado a comienzos del siglo XII y compuesto por 116 columnas de mármol que soportan cuatro galerías en finas arcadas. Todos los capiteles están profusamente decorados en todas sus caras con pasajes de la Biblia y escenas que muestran el martirio de algunos de los santos más importantes de la religión cristiana.

Claustro de la abadía de Moissac (Midi-Pyrénées)

Para muchos el de Moissac se trata del claustro románico más admirable y hermoso del país. Muestra del poder y la influencia de la orden benedictina en el sur de Francia. Y, con razón, este lugar está incluido dentro de la lista de elementos protegidos del Camino de Santiago francés como Patrimonio de la Humanidad UNESCO. Se trata de una visita que cuesta 6€ que, a quien le guste el arte románico, le compensa en todos y cada uno de los 76 capiteles esculpidos con una maestría inusual (abren todos los días pero fuera de los meses de verano cierran entre las 14:00 y las 16:00 horas).

Claustro de la abadía de Moissac (Midi-Pyrénées, Francia)

Sin abandonar la abadía de Saint-Pierre de Moissac accedemos a la iglesia por la puerta sur donde nos encontramos un frontal extraordinario. Su tímpano refleja en sus esculturas la visión de San Juan descrita en el Apocalipsis, con un Cristo en majestad sobredimensionado con respecto a las demás figuras. El parteluz, con seis simbólicos leones esculpidos, es una de las joyas de este pórtico por el que entraban (y entran) los peregrinos a Santiago de Compostela.

Tímpano de la iglesia de San Pedro en Moissac (Tarn-et-Garonne, Francia)

Una vez dentro nos encontramos una sola nave de gran altura, que ha visto recomponerse en varias ocasiones y que aglutina varios estilos arquitectónicos. Destaca su luminosidad y algunas tallas de incalculable valor como la que muestra el entierro de Cristo en madera policromada, obra maestra del siglo XV o una Virgen con Jesús en sus brazos. Y curiosamente (aunque no voy a decir dónde está, tendréis que buscarla más allá de la capilla de las reliquias) hay una minúscula vidriera firmada por el artista Marc Chagall.

El entierro de Cristo (talla de Moissac)

Lauzerte

Apenas a 23 kilómetros al norte de Moissac reluce sobre una colina el considerado uno de los castelnaus (pueblo fortificado con castillo) más hermosos de Tarn-et-Garonne. Lauzerte nació sobre un oppidum galo pero su tiempo parece que se detuvo en la Edad Media… hasta hoy. Englobado en la lista de Les plus beaux villages de France (Los pueblos más bellos de Francia) es una visita agradable de no más de media mañana en la que dejar el coche en cuanto podamos y caminar por sus calles estrechas en cuesta donde se aprecian grandes casonas y palacetes góticos con ventanas geminadas, restos de pobladas murallas y una plaza cuadrada porticada muy hermosa como es Place des Cornières.

Plaza principal de Lauzerte (Tarn-et-Garonne, Francia)

Además de la plaza (donde se encuentra la oficina de turismo donde aportan valiosa información de la zona y wifi gratis) no podemos perdernos la iglesia de San Bartolomé, visitar los restos de la barbacana y sus jardines desde donde se observa una panorámica muy hermosa de la campiña y pasear por la Grand Rue para observar las ricas casas de los mercaderes de los siglos XIII y XIV que se encuentran en un estado de conservación admirable. Y, si coincidimos en sábado por la mañana, llegamos a tiempo para disfrutar del día de mercado de alimentos y productos de la tierra que se pone en Place des Cornières.

Albi

De los pueblos de Tarn-et-Garonne pasamos a una ciudad medieval de ladrillo rojo perteneciente al Departamento del Tarn. Desde Moissac hemos avanzado 140 kilómetros (aunque normalmente se va desde Toulouse, al sur a tan sólo 77 km) para llegar a otro de los grandes sitios de Midi-Pyrénées. La ciudad es del color de la arcilla obtenida del río Tarn, de ahí que sea apodada la ville rouge. También es Albi la rebelde que diera nombre a los albigenses o cátaros, secta considerada herética y aplastada a cuchillo y hoguera por Simón de Monfort y el Rey Felipe II Augusto en el siglo XIII en una de las cruzadas más sangrientas que se recuerdan en Europa. Quizás por ser un gran adalid del catolicismo cuenta con una imponente catedral gótica convertida en el edificio de ladrillo más grande del mundo. Para su construcción fueron requeridos dos siglos (1282-1480) dejando a la vista de todos una catedral fortaleza con una silueta poderosa gobernada por un torreón de 78 metros de altura.

Panorámica de Albi (Tarn, Francia)

La catedral de Santa Cecilia todo lo sobria que parece por fuera se vuelca en el preciosismo de su interior, con las bóvedas completamente pintadas, un coro mayúsculo (5€ aparte, aunque ahora está en obras, la entrada a la catedral sí es gratis) y un mural inmenso bajo el órgano con el Juicio final descrito como si fuera un cómic medieval. El infierno, lo más llamativo a la vista (esa era la pretensión), cuenta por primera vez con demonios que tienen forma de mujer, las cuales masacran a los condenados a prender en el averno por toda la eternidad.

Mural del Juicio Final de la Catedral de Albi (Francia)

Junto a la catedral se yergue el Palacio de la Berbie, bien conjuntado con la catedral y símbolo del poder de los obispos de Albi. Actualmente gran parte del interior de este complejo está dedicado al Museo de Toulouse-Lautrec, hijo pródigo de la ciudad, que cuenta con más de mil obras originales del pintor. Nos lleva desde sus comienzos dibujando a sus maestros de escuela en las hojas de un cuaderno hasta sus más célebres carteles de Moulin Rouge y la agitada vida que veía en el Montmartre, el barrio bohemio de París donde vivió sus mejores (y últimos años) antes de fallecer alcoholizado y sifilítico a los 37 años de edad. El artista de las pelirrojas que cobraba a base de absenta cuenta en su Albi natal con un museo fabuloso y muy recomendable incluso para ver las galerías interiores del palacio (Precio: 8€ y salvo en los meses de verano cierra sus puertas los martes. Ojo, que cierra a las 18:00).

Museo Toulouse-Lautrec de Albi

Pero Albi da callejear a uno y otro lado de la catedral. Yendo a la colegiata de Saint-Salvy nos encontramos un viejo claustro semiderruido en mitad de la ciudad al que se accede por un pasaje oscuro. Podemos recorrer los callejones medievales buscando la casa familiar de Toulouse-Lautrec (cerrada al público, puesto que residen en ella los descendientes de su hermana) situada la calle del mismo nombre, seguir las huellas del azul pastel en puertas y ventanas (Albi fue rica por el comercio del llamado «oro azul») o ponernos frente a la casa más antigua de la ciudad en Rue Timbal para ver dónde está esculpido un niño meón (al parecer simboliza la necesidad de orina en el proceso de consecución del famoso azul pastel).

Calle de Albi (Tarn, Francia)

Al otro lado del emblemático puente viejo de piedra, con mil años de antigüedad, se extendieron las viviendas de ladrillo en un barrio nacido gracias a la prosperidad de una ciudad que no dejó de crecer. Junto a éste en una especie de terraza a la altura de Rue Porta 80 se obtienen las que, para mi gusto, son las mejores vistas con diferencia de toda la ciudad.

Cordes-sur-Ciel

A 25 kilómetros al noroeste de Albi llegamos a uno de los pueblos más bellos del Tarn. Como su propio nombre indica, esta localidad amarrada a una colina parece estar colgando en el mismo cielo, más allá de las nubes y los focos de niebla que pasan por debajo suyo. Cordes se trata de un laberinto de calles estrechas e inclinadas con un empedrado caprichoso en días de lluvia que se inundan del aroma del queso de cabra y el humo sugerente evaporado por las chimeneas. Al igual que la ya mencionada Lauzerte, cuenta con casonas medievales y no es raro encontrarse con arcos geminados por ventanas ni tampoco de maderas teñidas completamente del azul pastel que se lleva fabricando de forma artesanal en esta zona de Midi-Pyrénées desde hace no pocos siglos.

Cordes-sur-ciel (Tarn, Midi Pyrénées)

Dado que es un lugar muy visitado por franceses y extranjeros durante el verano (apenas a una hora de Toulouse), hay que dejar el coche en un parking de pago debajo del pueblo y ponerse a caminar cuesta arriba. Como nuestra visita la hicimos en invierno pudimos subir el coche prácticamente hasta arriba del todo para ir al grano y además ahorrarnos pagar. Es un pueblo en el que recomendar una ruta a pie concreta resulta absurdo. Es tan pequeño que debemos ir donde nos lleven nuestros pies. El halle o mercado cubierto es precioso, y si vamos buscando los miradores encontraremos una fotografías preciosas, sobre todo a primera hora de la mañana, de los campos sobre los que se posa esta villa fortificada nacida en el Siglo XIII de la que Albert Camus dijo que «su belleza te irá quitando la soledad día a día». Razón no le falta.

Calle de Cordes-sur-ciel (Tarn, Francia)

Saint-Antonin-Noble-Val

A priori no teníamos pensado visitar esta localidad de la que reconozco no habíamos oído hablar en la vida. Pero varios mensajes que me dejaron en redes sociales me pusieron en la pista. «No te pierdas Saint-Antonin-Noble-Val si pasas por allí» decía el tweet de un lector de este blog. Y no sería el único. Dado que teníamos que pasar por delante para viajar desde Cordes-sur-ciel hasta Rocamadour (está a 30 km de Cordes) no pudimos evitar detener el vehículo un rato dejándolo en un pequeño aparcamiento de arena que encontramos junto al río Aveyron (esto está en una zona conocida como Gorges de l´Aveyron dentro del Departamento de Tarn-et-Garonne, un puntal para el turismo activo y de naturaleza). Cruzamos el puente y nos encontramos con uno de los emplazamientos medievales más sorprendentes de la región.

Saint-Antonin-Noble-Val (Tarn-et-Garonne, Midi-Pyrénées)

El pueblo de por sí es precioso pero la plaza principal, que además encontramos en pleno mercado dominical, nos dejó sin palabras. Con una torre feudal que recuerda a las muchas que se ven en la Toscana haciendo de faro pudimos de disfrutar de un espacio medieval maravilloso. Y además descubrimos que Saint-Antonin-Noble-Val fue el pueblo donde se rodó la película «Un viaje de diez metros» (en inglés The Hundred-Foot Journey) protagonizada por Helen Mirren y estrenada en 2014 (que, por cierto, la recomiendo si no la habéis visto ya).

Torre de Saint-Antonin-Noble-Val (Tarn-et-Garonne, Francia)

Desde allí, carretera y manta a Rocamadour. Todavía teníamos 115 kilómetros por delante…

Rocamadour

Que Rocamadour (en el Departamento de Lot) sea el pueblo más visitado de Francia junto con el Mont Saint Michel no tiene que ver con la suerte. Es uno de los mejores ejemplos de marketing religioso de toda Europa, labrado durante mucho tiempo sin necesidad de anuncios de televisión ni internet. Y no es que pase el Camino de Santiago por él, que no lo hace aunque no quede lejos. Pero desde hace un milenio cuenta con motivos que lo convierten en un imán de viajeros, desde los cristianos más devotos a profundos ateos, que acuden a los santuarios sagrados de una localidad aferrada a un acantilado de piedra calcárea. Muchos llegan buscando los milagros de la Virgen Negra subiendo de rodillas los 216 escalones que hacen falta para rezar ante la oscurecida talla en majestad. Otros buscan un pueblo medieval en un emplazamiento sin parangón, aferrado a la roca en la que se encontró el cadáver incorrupto del ermitaño San Amador, quien da nombre al lugar (en occitano Ròc Amador).

Santuario de Rocamadour (Lot, Francia)

Rocamadour nace en una de las paredes rocosas del profundo cañón que tejió la erosión en ambos lados del río Alzou. Escritos mencionan al pueblo como lugar de peregrinaje desde el siglo IX, aunque se desconocen las razones exactas. Tres siglos más tarde, cuando apareció el cuerpo de Amador, resurgió todo un entramado religioso capaz de rivalizar en Francia con el mismísimo Camino de Santiago. San Antonio de Padua, Santo Domingo, el Rey de Inglaterra Enrique II, Blanca de Castilla o el Rey Santo Luis IX de Francia fueron algunos de los más ilustres peregrinos que llegaron a Rocamadour para rezar ante la tumba de San Amador y, sobre todo, ante la Virgen negra. Todo ello en el complejo de santuarios comprendido por siete iglesias (aunque llegaron a haber doce).

Imagen de Rocamadour (Francia)

La puerta Figuier da inicio a una ruta por una calle peatonal, la calle con mayúsculas. Y es que se puede decir que en Rocamadour sólo hay una calle, Capilla de la Virgen negra (Rocamadour, Francia)aunque luego surjan hermanas en algunos tramos. Hoy día hay hospedajes, restaurantes y tiendas de souvenirs. Cuando pasamos la siguiente puerta (Port Salmon) nos encontramos en el preludio de la gran escalera que los devotos subían de rodillas y los turistas agonizando cuando hay mucha gente (en verano está de bote en bote, por fortuna nosotros lo visitamos en temporada baja). Es entonces cuando se dejan los aires civiles civil para atravesar la roca de la espiritualidad que dio sentido a Rocamadour durante tantos siglos. Al final de la escalera aparecen los santuarios, recaudadores de milagros, llantos y plegarias, bajo la amenazante figura un grueso acantilado. La Capilla de Notre Dame es la más visitada, flanqueando una puerta en la que al lado cruzan sus brazos dos esqueletos pintados en color rojo. Dentro está la Virgen negra con el niño Jesús y no pocas personas rezando en silencio mientras se cuela el sonido de las gotas de agua que caen de la pared rocosa. Adosado al templo la iglesia de Saint-Sauveur se yergue como el recinto más grande de la zona sagrada. Y no lo hemos visto todo. Aún queda la tumba vacía de Amador o los frescos de La Anunciación y La Visitación del siglo XII cuyo colorido se resiste a apagarse a pesar de la humedad.

Esqueletos de Rocamadour (Francia)

Hay quien sube a los lugares sagrados en ascensor (también al castillo) aunque no resulta tan duro para hacerlo a pie. Y esas escaleras, convertidas en una especie de Via Crucis medieval, son parte del espectáculo. Más allá nos quedará escapar del pueblo para buscar sus últimas casas que parecen sacadas de un cuento y pasear junto al río Alzou para escuchar su rumor junto a un viejo molino del Siglo XV.

Sele en Rocamadour (Francia)

Tuvimos la suerte de hospedarnos dentro del propio Rocamadour, algo impensable en temporada alta. Por otro lado en la aldea de Hospitalet, llamada así porque en su momento hubo un hospital que acogía a los peregrinos enfermos, situada en lo más alto, es donde se encuentra el mayor número de hoteles y restaurantes con los que absorber la gran demanda de turistas que hay en la zona cuando llegan los días de sol y las masas. Desde allí, desde la terraza del Hotel Le Belvédère, hay unas vistas magistrales de Rocamadour donde merece la pena detenerse a hacer la foto de rigor. Nosotros lo hicimos. Y también desde la carretera que hay al otro lado del pueblo (aunque aquí nos paramos aprovechando no pasaban coches, porque de lo contrario no hubiésemos podido).

Las mejores vistas de Rocamadour desde Hospitalet (Francia)

Desde Rocamadour recordamos que no a muchos kilómetros queda el Valle del Dordoña y el magnífico Périgord que habíamos visitado también en coche desde Madrid hacía tan sólo un año. Sarlat queda a menos de una hora de camino. Y merece también la pena. En realidad con Francia uno no da abasto nunca por mucho que lo intente.

Rebeca en Rocamadour (Francia)

Conques

Si tuviera que escoger un sólo lugar de todos en los que estuvimos durante este viaje os diría que CONQUES no os lo podéis perder. Este bello pueblo del Aveyron sobre el que pasa el Camino de Santiago (Via Podensis que nace en Puy) tiene todas las características que lo convierten en un lugar absolutamente de cuento. Si nuestra intención en este roadtrip por el sur de Francia era buscar los pueblos más hermosos y que mejor representaran el carácter de la Edad Media, se puede decir que en Conques el resultado fue 100% satisfactorio. Un escenario propio de una película de Tim Burton en el que todo es….lo que parece.

Conques, probablemente el pueblo más bonito de Francia

Se hizo famoso después de que robaran las reliquias de Santa Fe (Sainte-Foy), mártir cristiana cuyos restos estaban en Agen (Aquitania) para tenerlas en su abadía. Desde entonces Conques no dejó de crecer hasta el punto de ser una etapa obligada en el Camino de Santiago. Nadie se marchaba sin venerar el tesoro de Sainte-Foy con regalos del propio Carlomagno además de la estatua-relicario de la santa hecho en oro puro y cubierto de piedras preciosas.

Conques (Aveyron, Francia)

De Conques podría decir muchas cosas, pero mejor os recomiendo leáis el artículo titulado «Conques, probablemente el pueblo más bonito de Francia» en el que os cuento no sólo datos del lugar sino las sensaciones que deja al viajero. Y es que se trataba exactamente de lo que llevaba muchos años buscando.

Rebeca y Sele en Conques (Francia)

Salles-la-Source

Cuando estábamos viajando de Conques a Rodez y nos quedaban apenas 14 km por la carretera D-901 escuchamos un fuerte ruido a nuestro paso por el pueblo de Salles-la-Source. ¡Era una cascada! Pero no sólo eso. Se trataba de una cascada que caía desde el centro del pueblo. Nos quedamos tan impresionados que detuvimos nuestra marcha a Rodez y nos aproximamos lo máximo posible para ver de cerca esta curiosidad. Desde un puente pudimos empaparnos literalmente del agua que desprendía una cascada muy gruesa en las postrimerías del invierno. La de Salles-la-Source es una caída de 20 metros proveniente de un río subterráneo que unas veces echa mucha agua y otras, sobre todo en el estío, menos. Depende del caudal del río subterráneo y de la nieve que haya habido durante el año en las montañas.

Sele en Salles-la-Source (Aveyron, Francia)

Además de la cascada, que se puede ver desde abajo y desde arriba (pero siempre en mitad del pueblo), en Salles-la-Source nos encontramos otro delicioso emplazamiento medieval con casas antiguas y hasta un castillo (aunque no se podía visitar por ser propiedad privada). Arrimada a un acantilado de piedra calcárea, fue una de las posesiones más apreciadas por los Condes de Rodez, nuestro próximo y último destino en Midi-Pyrnénées).

Salles-la-Source (Aveyron, Francia)

Rodez

Fundada por celtas en un oppidum o colina y habitada después por romanos o visigodos, Rodez se explica por las guerras de poder entre los condes y los obispos durante toda la Edad Media. Tanto que la ciudad vivió una separación real de poderes civil y religioso. Entre medias como frontera una catedral gótica con el torreón plano más alto de Francia, que supera de largo los 80 metros. Debido a las guerras, la peste y las batallas de rivalidad entre condes y obispos, incluyendo un incendio del primer campanario que se vino literalmente abajo, la Catedral de Notre Dame de Rodez tardó en construirse más de 300 años, quedando terminada ya entrado el siglo XVI. Sus muchas gárgolas y esculturas bañan una fachada pletórica de imágenes la cual advierte de la luminosidad del templo.

Catedral de Rodez (Aveyron, Francia)

Su interior muestra la perfección del gótico flamígero. Un coro magnífico de madera y techados abovedados curiosos como el de la Capilla del Sacramento (suele estar cerrada para la oración pero si uno puede asomarse a ver su techo con casetones merece la pena). Por otro lado las vidrieras modernas de Stéphane Belzère mezclan conceptos de anatomía con las historias que nos cuenta la Biblia. Y el órgano está tallado con una genialidad inusual en todo el sur de Francia.

Interior de la Catedral de Rodez (Francia)

Vidriera de Belzere en Rodez

Sin salirnos de la Rodez religiosa el palacio de los obispos junto a uno de los torreones de la vieja muralla muestran la opulencia del brazo eclesiástico de la ciudad. Y no se trata del único palacio de esta parte de la ciudad. Basta con adentrarnos por la peatonalizada Impasse Cambon y descubrir varias mansiones antiquísimas que están aún habitadas. También en Place d’Estaing la Maison du Benoit merece la pena asomarse a su patio completamente medieval.

Imagen de una fachaga palaciega en Rodez (Francia)

Al otro lado de la catedral nace la ciudad civil que conserva los caserones de los condes y los ricos mercaderes. La más bonita y que conviene no perderse es la Maison dite D’Armagnac del siglo XVI que, aunque siempre se creyó perteneció a los condes de Armagnac, parece que no fue así. Se encuentra en Place de l’Olmet y se distingue por sus muchas estatuas y medallones con rostros que componen una de las fachadas más espectaculares de Rodez.

Rostros en una fachada de Rodez

Pero Rodez se ha convertido con derecho propio en un punto de partida para los amantes del arte moderno, ya que recientemente se inauguró el Museo de Pierre Soulages, «el pintor del negro», autor entre otras muchas obras, de las vidrieras de la iglesia abacial de Conques. Y si queremos pasar a otras muestras de expresión artística más primitivas podemos visitar el Museo Fenaille que expone la mejor colección de estatuas-menhires prehistóricas con formas humanas de toda Francia. Más de 3000 años de enigmas hallados casualmente bajo la tierra en Rodez y los campos de alrededor. Para ambos museos sólo hay una excepción, que no abren los lunes. Así que conviene tenerlo en cuenta, aunque nunca nos iremos de vacío porque Rodez es interesante de por sí. E ideal para plantear rutas por el Departamento de Aveyron donde, además de la mencionada Conques, está Najac, otro de esos pueblos de película que lamentablemente no tuvimos tiempo para visitar pero que nos apuntamos a fuego en nuestro cuaderno de ruta.

MEDIOS DE TRANSPORTE UTILIZADOS

Viaje con coche propio a Midi-Pyrénées en el sur de Francia

Como he explicado ya se trató de un viaje hecho íntegramente en coche de Madrid a Francia y viceversa, tal como llevamos realizando varios años. La de ir con vehículo propio (o alquiler) es una opción que suelo recomendar para llevar a cabo viajes o escapadas en los que se visitan muchos pueblos o lugares con poca comunicación entre sí como ha sido el caso. Sería muy complicado, por ejemplo, hacer Rocamadour y Conques utilizando el transporte público sin hacer muchas triquiñuelas que nos costarían un tiempo que no solemos tener.

Área de servicio en Francia

En el caso de que no hubiéramos llevado coche propio, otra opción era volar a algún punto cercano como Toulouse y alquilar un coche con el que recorrer Midi-Pyrénées. Para alquiler de coches una buena idea es comparar precios en una web como Rentalcars.com, que busca entre las compañías de prestigio (Hertz, Avis, Sixt, Budget, etc.) y suele ofrecer descuentos de hasta un 15%. Además es bastante fácil y manejable. Si queréis echar un vistazo al comparador, aquí tenéis un cajón de búsqueda donde ver precios y poder alquilar vehículos en Europa y en todo el mundo a buen coste:

Una vez dejamos claro que es un viaje para realizar en coche, no importan si viniendo de España con él o alquilando un vehículo en alguna ciudad importante de Midi-Pyrénées como Toulouse, nos vamos al tema del combustible. En Francia los precios del carburante, son más abultados que en España, sobre todo si el automóvil con el que vamos cuenta con un motor de gasolina (se nota la diferencia con el gasoil). Pero siempre podemos ahorrar unos euros si acudimos a las estaciones de servicio de centros comerciales (Carrefour, Auchan, E. Leclerc, Intermarché, etc..) o a las muy extendidas Express de autoservicio en la que metemos la tarjeta en la ranura y nos servios nosotros mismos de la gasolina o gasóleo que necesitemos. En la medida de lo posible, si evitamos las gasolineras de las compañías más conocidas en carreteras principales (sobre todo autopistas), notaremos la diferencia de precio. A veces de hasta 20 ó 25 céntimos por litro, que no es ninguna tontería cuando vamos a hacer muchos cientos de kilómetros.

Carretera de Rocamadour (Francia)

Por otro lado está el gasto de los peajes, para los que es necesario hacer un presupuesto aparte de fácil 100€ entre idas y vueltas si hacemos el viaje desde España. Siempre se puede ahorrar un poco si evitamos autopistas y viajamos por carreteras secundarias en la medida de lo posible. Esto depende, por supuesto, del tiempo que tengamos para invertir en la zona. En Francia hay muchos peajes, pero de bajo precio la mayoría de ellos (depende de las distancias recorridas en una misma autopista). Al menos parecen bien invertidos en unas áreas de servicio muy prácticas y funcionales en las que hay incluso duchas. No hay que olvidar que Francia es uno de los países más preparados para viajar con caravana.

Rebeca en un área de servicio de Francia

EL ALOJAMIENTO DURANTE EL VIAJE A MIDI-PYRÉNÉES

Entre Moissac a Rodez, a pesar de que no se trataba de distancias demasiado largas, nos hospedamos cada día en un sitio. Unos días en hoteles más de capricho y otros en alojamientos más económicos. En temporada baja los precios del hospedaje en el sur de Francia es bastante inferior al verano, como es lógico, y eso permite poder elegir un poco más y permitirse algún que otro lujo. La presencia de hoteles con encanto es bastante amplia, aunque Francia es la reina de los hoteles express de carretera (Formule, Ibis, Campanile, etc.) en los que se puede dormir a muy buenos precios.

Estos son los hoteles en los que nos hospedamos durante nuestra ruta:

+ Moissac–> Le moulin de Moissac (1 noche): Un molino de piedra del siglo XV por encima del río Tarn apenas a cinco minutos a pie del centro de la ciudad fue nuestro primer hotel de la ruta. Es muy coqueto con unas habitaciones encantadoras que recuerdan a las de los hoteles-balneario de los años veinte. De hecho cuenta con spa gratuito para clientes en el que poder relajarse en el jacuzzi, la sauna, el baño turco o unas confortables tumbonas calientes. El restaurante M.1474 que hay en el hotel es probablemente el mejor de la ciudad de Moissac. Wifi y aparcamiento gratuitos. (Precios de la habitación: Desde 100€/noche, desayuno incl.).

Habitación de Le Moulin de Moissac (Francia)

+ Albi–> Inter Hotel Albi Le Cantepau (1 noche): Un hotel sencillo y funcional al otro lado del puente del 22 de agosto, aunque a 10 minutos caminando del casco viejo de Albi (el barrio junto a la catedral). Habitación modesta, confortable y nada ruidosa. Wifi gratuito con buena señal. Parking sin coste. (Precios de la habitación: Desde 48€/noche, desayuno incl.).

Habitación doble del Inter Hotel le Cantepau (Albi)

+ Rocamadour–> Best Western Beau Site (1 noche): El Beau Site es uno de los pocos hoteles situados dentro de la ciudad medieval de Rocamadour (la mayoría están extramuros en la aldea próxima de Hospitalet). Pero su gran valor no sólo es ese, ya que se trata de un antiguo palacio que fue propiedad en la Baja Edad Media de un Caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén y sus descendientes. Lleva funcionando como hotel desde finales del siglo XIX y ha sido atendido ya por seis generaciones de la misma familia. Hay pocas habitaciones, todas ellas muy confortables (incluso algunas tienen chimenea y vistas hacia el valle del Alzou). La atención a los clientes es exquisita y cuenta con un pequeño parking (gratuito) para el que debemos dejar la llave en recepción por si nos tienen que mover el coche. El desayuno se hace en el restaurante que hay en frente, el Jehan de Valon (donde, por cierto, se come muy pero que muy bien). Wifi gratis y con buena señal. (Desde 80€/noche, desayuno incl.). Calidad/precio y ubicación… probablemente lo mejor de Rocamadour.

Habitación del Hotel Best Western Beausite de Rocamadour (Francia)

+ Rodez–> Hôtel Mercure Rodez Cathédrale (1 noche): A un paso de la catedral de Rodez (de hecho hay habitaciones desde los que se ve parte de la fachada) se encuentra uno de los hoteles más clásicos y elegantes de la ciudad. Habitaciones amplias con una práctica mesa-escritorio para quienes tenemos que trabajar al final del día. El parking interior hay que reservarlo con antelación porque es pequeño, sino tenemos que buscar plazas fuera del hotel. Buena atención al cliente. Wifi gratis con buena señal. (Desde 86€/noche, desayuno buffet incl.).

Habitación del Hotel Mercure de Rodez (Aveyron, Francia)

La importancia de viajar seguro…y con seguro

Cuando viajamos al extranjero nos conviene estar protegidos contra todo lo que nos pueda pasar. Aunque estemos viajando por Europa no está de más llevar una buena póliza que nos cubra en el destino, en este caso Francia, ante posibles accidentes, enfermedades o contratiempos (robos, pérdida de equipaje,etc..) que puedan suponernos un sobrecoste a posteriori. En mi caso para viajar siempre utilizo el Seguro de viajes de IATI porque me parece que cuenta con una cobertura superior a la media, te adelantan el dinero si sucede algún problema y ofrecen un trato personalizado e inmediato en tu idioma. Los lectores de este blog pueden contratar el Seguro de viajes de IATI que mejor se adecué a lo que están buscando con un 5% de descuento (que se aplica de forma directa entrando por este enlace).

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DISFRUTEN DE MIDI-PYRÉNÉES

Y eso es todo, amigos… Hasta aquí unas pinceladas que resumen un viaje que no terminó aquí, sino en el País Vasco francés, aunque esa sea otra historia que también os tengo que contar. El sur de Francia está lleno de rincones que merecen la pena, permitiéndonos viajar en el tiempo y presentir el sonido de las armaduras, de fatigados peregrinos y plegarias en santuarios sagrados. Así es nuestro país vecino, así es la región de Midi-Pyrénées, un tesoro al otro lado de las montañas, a un paso de la frontera. ¡Bienvenidos!

Casa humeante de Conques (Midi-Pyrénées, Francia)

Sele

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PD: Si quieres añadir el País Vasco francés y los pueblos más bellos en el interior de esta región te animamos a que sigas leyendo este blog.

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