Tajo Internacional, el último refugio transfronterizo - El rincón de Sele

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Tajo Internacional, el último refugio transfronterizo

De los más de mil kilómetros que recorre río Tajo antes de fenecer en Lisboa son los cincuenta que separan Alcántara y Cedillo los que sirven de barrera natural entre dos países como España y Portugal. Si uno mira los mapas, existe la sensación de que el suroeste de la provincia de Cáceres olisquea con su nariz afilada los bosques mediterráneos y dehesas portuguesas. En este tramo de frontera tan privilegiado el Tajo vive su recorrido más abrupto, solitario y salvaje también el más insólito. Bien lo saben las cigüeñas negras, los buitres, alimoches y águilas que encuentran un refugio seguro en los riscos de pizarra y el mejor altar en sus cielos luminosos y limpios que secundan el curso fluvial. Desde 2016 el proclamado Parque Natural Tajo Internacional es, además, Reserva de la biosfera por la UNESCO, pero es su carácter transfronterizo el bendito culpable de proporcionar al visitante un viaje apasionante y menos concurrido de lo que cabría imaginar. Quien acude a este destino indómito no lo hace sólo para acudir en busca de paisajes hilarantes, sino además para saborear una fusión extraordinaria de elementos y matices históricos, monumentales, culturales e incluso culinarios que merecen todo el reconocimiento.

Paisaje del Parque Natural Tajo Internacional, el primer parque transfronterizo de Europa

¿Por qué viajar al Parque Natural Tajo Internacional? ¿Qué tiene entre manos la ribera salvaje y rayana del río más largo de la Península Ibérica entre Extremadura y Portugal? Un viaje por completo improvisado me llevó a desvelar las claves del último refugio transfronterizo y sonreír ante la frontera líquida que no separa sino une a dos países hermanos. 

¿Dónde se encuentra el Parque Natural Tajo Internacional? ¿Cuánto abarca exactamente?

Cuando se creó este parque natural en 2013 fue el primero en coexistir entre dos países europeos amparado bajo un mismo prisma. Anteriormente tanto Portugal como España tenían distintos grados de protección para el área, pero su ubicación transfronteriza se convirtió en una oportunidad estupenda de conservar y dinamizar un área poco habitada y no demasiado transitada, aunque realmente interesante por la cantidad de lazos culturales entre ambos márgenes del río que vienen desde antiguo. Cierto es que durante no pocos siglos las relaciones entre ambos países, entonces reinos, no se caracterizaron precisamente por ser del todo fraternales. En este caso el Tajo (Tejo en portugués) era la muralla perfecta para mantener apartados a dos bandos rivales. El tratado de Alcañices, firmado el 12 de septiembre de 1297 por Dinis I de Portugal y el rey Fernando IV de Castilla, establecía la frontera más antigua de Europa. Y, al igual que el Miño en el norte se convertía en la mejor barrera natural posible, el río Tajo haría lo propio. Hubo enfrentamientos, incluso durante décadas, entre 1580 y 1640 Portugal estuvo bajo el gobierno de la Casa de Austria con los reyes Felipe II, Felipe III y Felipe IV. A comienzos del siglo XIX tocó lidiar juntos contra los mismos rivales, las tropas francesas comandadas por Napoleón Bonaparte. Probablemente ese fuera el punto de inflexión que nos llevó hasta hoy.

Mapa del Parque Natural Tajo Internacional

El Tajo-Tejo (Hay quien se refiere a él directamente como Taejo) y sus afluentes Erjas, Aravil y Pónsul (por el norte) así como el Salor y Sever por el sur, componen un collage espléndido de naturaleza y lugares históricos relevantes donde comprender buena parte de la historia hispano-lusa. En España las poblaciones que entran dentro de este territorio tan especial son las cacereñas Alcántara, Piedras Albas, Brozas, Carbajo, Membrío, Herrera de Alcántara, Cedillo, Salorino, Herreruela, Santiago de Alcántara, Valencia de Alcántara, Mata de Alcántara, Villa del Rey y Zarza la Mayor. Por el lado portugués habría que mirar a la Beira Baixa de la Región Centro, concretamente a todas las parroquias que forman parte de Penamacor, Idanha-a-Nova, Castelo Branco y Vila Velha de Rodão donde destacan tres aldeias históricas como Monsanto, Penha Garcia e Indanha-a-Velha, así como Castelo de Vide, Marvão, Portalegre, Gavião o Nisa, ya en el Alto Alentejo.

Iglesia de Santa María de Almocóvar (Alcántara, Tajo Internacional)

Por tanto, no hablamos tan sólo de los márgenes del río Tajo o sus afluentes, sino de un territorio mucho más extenso que supera, de largo, las 50.000 hectáreas totales (26.484 en la parte portuguesa y 25.088 en la parte española). O, lo que viene siendo el símil más recurrente, la nariz de Extremadura capturando las esencias portuguesas. No hay que hacer más que observar cualquier mapa para darse cuenta.

Ideal para planificar un viaje en Tajo Internacional

Durante mi viaje visité en múltiples ocasiones la web oficial www.turismotajointernacional.com, realmente útil para conocer no las delimitaciones del Parque Internacional, sobre todo, para indagar sobre el rico patrimonio natural histórico y artístico existente y obtener información de cara a preparar una escapada a la zona.

 

Página web de Tajo Internacional

 

Una vez en el destino, para hacerse una composición de lugar e informarse bien de lo que representa el concepto Tajo Internacional, recomiendo pasarse por el Centro de Interpretación Tajo Internacional de Alcántara (En la calle Cuatro Calles, justo detrás de la iglesia de Santa María de Almocóvar).

 

Tajo Internacional, un destino para viajeros de verdad

¿Por qué visitar el Parque Natural Tajo Internacional?

Debo reconocer que nunca había tenido demasiadas nociones sobre esta zona que juguetea con el Tajo y sus afluentes entre el suroeste de la provincia de Cáceres y el Norte del Alentejo/Beira Baixa en Portugal. Había estado en numerosas ocasiones visitando Cáceres (La propia capital, el Valle del Alagón, Valle del Jerte, Tierras de Granadilla, Sierra de Gata, Las Hurdes, Trujillo, Guadalupe, etc.) pero jamás había perseguido las últimas escaramuzas del río Tajo antes de convertirse en Tejo. En Portugal había navegado por su curso para visitar el castillo templario de Almourol o suspirado en una de esas tardes míticas en los escalones de la lisboeta Praça do Comércio que se asoman al gran estuario.

Banderas de Portugal y Extremadura en el río Tajo (Parque Natural Tajo Internacional)

A lo largo de este viaje que pude hacer en coche (es un roadtrip 100% recomendable) con un vehículo de alquiler proporcionado por Sixt para cuatro días completos, me fui cargando de razones para contestar a la pregunta que encabeza este apartado.

Sele en el Puente de Alcántara (Con coche de Sixt)

Entonces…  ¿Por qué merece la pena visitar el Parque Natural Tajo Internacional? Pues por todo esto:

Paisajes extraordinarios en cualquier época del año

Cuando el río Tajo se convierte en frontera y además de castellano empieza a falar portugués como Pessoa o Camões , alcanza su cumbre paisajística desde que naciera muchos cientos de kilómetros antes en la Sierra de Albarracín (Teruel). Los parajes, da igual en qué orilla se encuentre uno, son mayúsculos. Mucho más impresionantes y verdes de lo que uno cabría imaginar, sobre todo durante la primavera y el otoño, aunque cabe destacar que mantiene los tonos de su arboleda perenne incluso en los cálidos veranos. Su alegato como bosque mediterráneo le permite pasear su caudal bien flanqueado por paredes verticales donde algunos salientes de pizarra se suceden para servir de hogar a todas esas aves que acompañan el curso fluvial.

Río Tajo en el parque transfronterizo Tajo Internacional

Alcornoques, encinas, coscojas, brezos y madroños componen buena parte de la foresta, aunque de manera frecuente se asoman los lirios amarillos, las jaras y otras flores empeñadas en proponer nuevas tonalidades que sumar a los verdes y ocres, mucho más mayoritarios. El Tajo vive el momento más conmovedor de su viaje a tierras portuguesas. Además lo hace casi solo, sin más compañía que la de los pájaros o las nutrias. Es como si cuando se convierte en transfronterizo tomara conciencia de su grandiosidad, no sólo como el río más largo y longevo de la Península Ibérica sino, sobre todo, como el protagonista de dejar a su paso una maravillosa escenografía natural en el momento de volverse irremediablemente lusitano.

Paisaje del Parque Natural Tajo Internacional

¿Dónde se encuentra el mejor mirador al Tajo?

Quien busque el paisaje perfecto, la imagen de un imponente río Tajo al que se le suman los caudales del río Sever desde España y el Pónsul desde Portugal (que además forma parte del icono del Parque Natural que se ve en indicaciones y folletos) lo encontrará en la localidad de Cedillo.

 

  Parque Natural Tajo Internacional

 

Se trata del sendero GR 113 (Camino Natural del Tajo) que, bien se puede tomar desde el propio Cedillo o dejando el coche cuando se va camino al embarcadero y una vez pasado el pueblo se ve a en el margen derecho una zona de mesas de picnic así como una especie de chozo. La zona parece un tanto desangelada pero en apenas cinco minutos de camino fácil se llega a un viejo mirador donde se pueden disfrutar de las que, a mi juicio, son las mejores vistas de Parque Natural Tajo Internacional.

 

Mapa del mirador al Tajo Internacional en Cedillo

 

Aún así son muchos los miradores que ofrecen fabulosas vistas al río. Herrera de Alcántara también puede presumir de contar con unas panorámicas envidiables. Por no hablar de Alcántara y su puente romano. Desde allí el río luce de forma espectacular.

Estos paisajes se pueden disfrutar desde distintos ángulos y a través de distintas actividades acuáticas completamente sostenibles con el medio ambiente como, por ejemplo el kayak en el entorno del embalse de Alcántara o algo mucho más sencillo pero también reconfortante, como irse a bañar en verano en alguna de sus muchas piscinas naturales a un lado u otro de la frontera (un ejemplo es la conocida como La Cantera, a las afueras de Alcántara camino a Portugal, que es una zona protegida para las aves pero a la que los vecinos acuden durante el estío, siempre procurando mantener el respeto y no hacer ruido en un lugar de anidación).

La Cantera (Zona ZEPA y apta para el baño en Tajo Internacional)

Tajo Internacional es un destino TOP para amantes de las aves (Birdwatchers Welcome)

El Parque Natural Tajo Internacional, más allá de la propia ribera del gran río, está considerado como una de las joyas más apreciadas por quienes tienen pasión por las aves. Su situación estratégica, así como las labores para la correcta preservación y protección del territorio, permite contar con una variedad de ecosistemas que atraen a multitud de especies de avifauna. ¡Más de 300 viven o pasan largas temporadas en la zona! Quizás el más fácil de observar es el buitre leonado, que aprovecha los riscos para anidar y permanecer todo el año. Pero también se dejan ver los buitres negros, alimoches, diversos tipos de águilas, las enigmáticas cigüeñas negras (las blancas son incluso legión), milanos, búhos, cernícalos, aves esteparias como avutardas y sisones o acuáticas como las garzas, garcetas y, por supuesto, las grullas que vienen a disfrutar de los suaves inviernos en esta parte de la Península Ibérica (previo paso de la aragonesa Laguna de Gallocanta, su fonda antes de aterrizar en tierras extremeñas).

Alimoche en el Parque Natural Tajo Internacional

Sabías quéEl alimoche es una de las especies que vienen buscando los ornitólogos en el Parque Natural Tajo Internacional. También está entre las más interesantes. Después de pasar un largo invierno en África, en múltiples ocasiones viajando incluso hacia latitudes australes como Sudáfrica o Namibia, vuelven en primavera y se quedan buena parte del verano para poner sus nidos en las cavidades de los riscos. Se alimentan básicamente de carroña una vez los buitres han hecho el trabajo de dejar al cadáver en puros despojos. Pero lo más curioso de estas aves tiene que ver con su manera de hacerse con uno de sus manjares preferidos, el huevo de avestruz. Como les resulta difícil romperlos con el pico o las garras, se les ha fotografiado y filmado cogiendo piedras y lanzándolas contra el cascarón para así lograr su propósito siendo, realmente, un caso único de aves empleando útiles para obtener el alimento.

 

Entre los riberos, las llanuras cerealistas, dehesas, embalses y las navas, la posibilidad de avistamientos es inmenso, por lo que nunca está de más llevar unos buenos prismáticos, una cámara fotográfica con un potente objetivo y disfrutar de «un pajareo» de calidad asegurada.

Buitre leonado en el Parque Natural Tajo Internacional

No sólo de aves vive el Parque Natural Tajo Internacional. Hay mamíferos como los tejones, nutrias y garduñas, pero más fáciles de ver son los ciervos, que a falta de grandes depredadores (el lobo desgraciadamente ya no habita esta zona) viven aquí en gran número. De ahí que a partir de las primeras lluvias de septiembre hasta el final del otoño la berrea se deja ver y, sobre todo, escuchar en todo su esplendor.

Dibujo de grullas del Hostal las grullas en Brozas (Tajo Internacional)

Villas cargadas de Historia e imponentes monumentos en el lado cacereño

Tajo Internacional no sólo es naturaleza. También es Historia, cultura y arte a raudales. Para quienes vayan buscando patrimonio y pueblos bonitos de callejuelas blancas y armoniosas, palacetes con escudos nobiliarios en la fachada o ruinas milenarias, en el extremo suroeste de Cáceres tienen mucho con lo que entretenerse. La ciudad más importante del territorio es, probablemente, Alcántara (mi base durante todo el viaje). La que fuera sede de la Orden de Caballeros de Alcántara (no podía ser de otra manera) recibe a los visitantes con una de las obras de ingeniería civil más impresionantes de la época romana. Su puente, que es el más alto que jamás hicieron, y que según el viene en un dintel en el templete que tiene en un extremo «durará tanto cuanto el mundo durare», fue edificado a comienzos del siglo II después de Cristo, en tiempos del Emperador Trajano, para poder atravesar el Tajo y, sobe todo, dar buena cuenta de lo que eran capaces.

Puente romano de Alcántara (Tajo Internacional)

Pero Alcántara, más allá del puente (al que merece la pena fotografiar en distintas horas del día) y los muchos senderos que llevan o parten de él, es una villa que rezuma nobleza por todos sus costados. Un sinfín de callejuelas blancas con fachadas bien conservadas llevan hasta la Conventual de San Benito, última sede física de los Caballeros de la Orden de Alcántara, levantada en tiempos de los Reyes Católicos y, junto al puente, el monumento más importante y visitado de la localidad. Desde allí si se continúa uno se va aproximando a los barrios más antiguos y de carácter más medieval. El momento en el que las fachadas de Santa María de Almocovar (puertas románicas delatan su pasado) y la iglesia de San Pedro de Alcántara (construida en el lugar donde estuvo la casa de este santo oriundo de la villa) se encuentran, parece detenerse el mundo. Pero no lo hace. Basta perderse en la judería, buscar la sombra entre las arcadas de la Plaza de la Corredera y leer escudos heráldicos en las fachadas principales de las que fueron los palacetes de los miembros más insignes de la ilustre Orden de caballería.

Galería de Carlos V en la Conventual de San Benito (Alcántara, Tajo Internacional)

Apenas a un cuarto de hora, en sentido opuesto a la orilla del Tajo, queda Brozas, donde pervive el castillo-palacio del comendador de la Orden, lo que atrajó las fortunas de muchos dignatarios. Y al sur, a escasos kilómetros de la frontera portuguesa con Marvão, uno de los pueblos más bellos del Alentejo, sobresale la inimitable e imprescindible Valencia de Alcántara con una de las juderías más grandes y mejor conservadas de Extremadura o la iglesia de Rocamador, en la que se celebraran las nupcias de Isabel de Aragón, primogénita de los Reyes Católicos, con el Rey Manuel en el año 1497. De las tres localidades mencionadas, probablemente sea ésta, Valencia de Alcántara, la que mejor conserve el entramado medieval de sus callejuelas.

Judería en Valencia de Alcántara (Tajo Internacional)

Otros monumentos que sobresalen en el lado cacereño es el castillo Peñafiel (no confundir con el castillo de Peñafiel en Valladolid), al que se llega caminando por Zarza la Mayor (aunque también el sendero desde la lusa Salvaterra do Extremo merece la pena), así como los muchos monumentos megalíticos presentes en la zona (y de los que hablaré en otro apartado más adelante).

Castillo Peñafiel en Zarza la Mayor (Parque Natural Tajo Internacional)

Se pueden visitar algunos de los pueblos más bonitos de Portugal

Al otro lado en Portugal, a escasos kilómetros de la frontera, tampoco se quedan cortos en cuanto a pueblos bonitos se refiere. Por ejemplo, en la Beira Baixa, ya sea cruzando desde Alcántara al municipio de Segura por otro puente romano que salva el río Erjas, o incluso por Zarza la Mayor, se accede a tres aldeias históricas como son Penha Garcia, Indanha-a-Velha y, quizás la más popular de todas, Monsanto. De esta última se dice que es la «aldea más portuguesa de Portugal». Tres emplazamientos de corazón templario, construcciones en piedra y que no pueden pasarse por alto.

Marvao (Alentejo, Portugal)

Desde Valencia de Alcántara quedan a tiro de piedra dos municipios del distrito alentejano de Portalegre como Marvão (a 20 km) o Castelo de Vide (a 30 km). No son pocos los que opinan que Marvão es probablemente el pueblo más hermoso de cuantos posee Portugal (en mi caso me decanto por Monsaraz, también en el Alentejo) y no sólo por ser como el nido de un águila amurallado y con castillo a más de 1000 metros de altitud. En el caso de Castelo de Vide, se trata de un hermano de Valencia de Alcántara que acogió a cientos de judíos que escapaban de la expulsión decretada por los Reyes Católicos en 1492. Muchos de sus refugiados venían precisamente de esta parte de la provincia de Cáceres.

Castelo de Vide (Alentejo, Portugal)

Un viaje de carreteras solitarias para quien le guste conducir

No hace mucho escribía lo siguiente: «Siempre que puedas, dame carreteras solitarias por las que vagar sin rumbo. Las autopistas son demasiado aburridas, demasiado previsibles. Me apasiona viajar en coche y perderme por los vericuetos del interior de España». Pues bien, Tajo Internacional, tanto en el margen portugués como español, permite disfrutar a conductores y conductoras, ya sea de un coche, moto, furgoneta o bicicleta (en realidad cualquier medio sobre ruedas) de un roadtrip vibrante repleto de parajes tan abrumadores como solitarios. De los de ir parando cada poco para algo más que respirar el aire puro de las milenarias dehesas que salen al paso. Un viaje para disfrutar conduciendo (siempre con la máxima precaución, por supuesto).

El Tajo Internacional en coche

En mi caso, y dado que mi vehículo particular estaba pasando una temporadita en el taller, alquilé un coche con Sixt para esta escapada hispanolusa de cuatro días. Y me perdí, vaya si me perdí…

Coche de Sixt en un mirador próximo a Alcántara (Parque Natural Tajo Internacional)

El Tajo desde un crucero

Si observar el Tajo en este parque transfronterizo desde cualquier puente o mirador siempre es emocionante, más aún resulta navegarlo. Y, por supuesto, que esto es posible. En mi caso hice un crucero fluvial de dos horas con la compañía Barco del Tajo (barcodeltajo.com) denominado «La última frontera natural» que salió del embarcadero de Cedillo. Fue un viaje fascinante divisando unos paisajes encantadores y, por supuesto, avistando aves como buitres, águilas, alimoches e incluso la esquiva cigüeña negra. Cuentan con salidas diarias además de preparar otras rutas por el Parque Natural Tajo Internacional como la que entra a Portugal hasta Castelo Branco, por ejemplo, o la que permite realizar la ruta del contrabando y conocer cómo se manejaban a uno y otro lado de la frontera para comerciar con productos esquivando a la Guardia Civil o a la Guardia Nacional Republicana.

Embarcación

Sabía de Barco del Tajo por su crucero recién estrenado a los Canchos de Ramiro (sale del embarcadero de Ceclavín) que navega por zonas protegidas del río Alagón (y que espero hacer pronto) o por el propio Tajo a la altura del Parque Nacional de Monfragüe. Además cuentan con gente experta en naturaleza y avifauna en la tripulación, por lo que sirve de gran ayuda para comprender los lugares por los que se está pasando. Y tienen barcos con motor eléctrico, por lo cual se evita un impacto negativo en el medio ambiente, algo que hoy día es capital para ser sostenibles y, por tanto, ejercer un turismo responsable.

Río Tajo (Parque Natural Tajo Internacional)

Huellas imborrables de la Orden de Alcántara

La Orden de Alcántara fue una de las cuatro grandes órdenes de caballeros de España (junto la de Calatrava, Santiago o Montesa), que durante la época medieval sirvió como un poderosísimo aparato militar y religioso que bebió de las fuentes templarias (orden que fue abolida y prohibida en 1314) aunque enfocándose, sobre todo, en la guerra contra los musulmanes y la protección de los territorios cristianos recién reconquistados. Se hicieron con múltiples propiedades inmuebles y fueron sostenedores no sólo de la economía del reino sino de la defensa de sus territorios. A partir de los Reyes Católicos, la figura del Gran Maestre pasó a corresponder al monarca correspondiente. Así hasta hoy día.

Techumbre de la Conventual de San Benito en Alcántara con la cruz delisada de la Orden de Alcántara

La orden nació en Portugal en el siglo XI (se llamaba Ordem de São Julião do Pereiro) cuando se estableció en la localidad de Alcántara para su defensa (algo que primeramente fue encomendado a la Orden de Calatrava, aunque éstos se negaron por la lejanía con sus territorios) terminaron estableciendo su base y, por tanto, su nomenclatura en dicha villa. La cruz flordelisada y verde, desde entonces, forma parte de la idiosincrasia de una porción importante de Extremadura. A finales del siglo XV su edificio principal fue la Conventual de San Benito, cuya iglesia se quedó a muy poco de convertirse en catedral. Hoy día, junto al puente, es probablemente el monumento de mayor interés histórico-artístico de Alcántara y, probablemente, del territorio que abarca el conocido como Tajo Internacional. La galería de Carlos V, con el escudo imperial, es una excelente muestra del renacimiento en la región. Por fortuna la conventual se puede visitar de manera totalmente gratuita (y guiada).

Puerta con el la cruz de la Orden de Alcántara (Alcántara, Tajo Internacional)

Una zona rica en monumentos megalíticos

La prehistoria ha dejado buena marca en el área que abarca el Parque Natural Tajo Internacional. ¡Vaya si lo ha hecho! Es realmente usual toparse con diversos monumentos de carácter funerario en los que se utilizaron grandes piedras de granito o pizarra extraídas y talladas hace miles de años.

Ruta de los dolmenes en la Borrega de la Aceña (Tajo internacional)

Pregunta de Trivial: ¿Cómo diferenciar un dolmen de un menhir?

Los dos monumentos megalíticos, es decir, levantados con grandres piedras (eso es lo que significa precisamente «megalítico»), más usuales son los dólmenes y los menhires. Ambos los hemos estudiado en Historia del arte en no pocas ocasiones pero todavía aún generan confusión. El dolmen lleva varias rocas verticales que se cierran por arriba con una horizontal como si fuera una puerta o una cámara de carácter sagrado. El menhir, en cambio, se trata de una gran piedra en posición vertical que era clavada en el suelo. ¿Y un crómlech? Sería un círculo con varios menhires, como, por ejemplo, el de Stonehenge o, mucho más cerca, en el Alentejo, el famoso Cromeleque dos almendres.

 

Diferencia entre menhir, dolmen y cromlech

En la zona de Tajo Internacional son mayoritarios los conjuntos dolménicos diseminados en el paisaje. Los más conocidos son, probablemente, los más próximos a Valencia de Alcántara. Hay en torno a cincuenta dentro de una vasta zona arqueológica. La ruta de la Aceña de la Borrega, a las afueras de la localidad camino a Portugal, es la opción preferida para hacer senderismo y encontrarse con estos dólmenes, algunos en un estado de conservación encomiable como es el denominado «El mellizo».

Sele en el dolmen El Mellizo (Tajo Internacional)

Santiago de Alcántara es otra de las bases para visitar algunos dólmenes, sobre todo de pizarra más que de granito, así como la cueva El Buraco que permite observar algunas pinturas rupestres de estilo esquemático levantino. En la localidad destaca el Centro de Interpretación de la Cultura Dolménica, donde es posible indagar más sobre este tipo de construcciones megalíticas y aprender de nuestros ancestros de hace muchos miles de años. Conviene preguntar aquí, así como en las respectivas oficinas de turismo de Alcántara o Valencia de Alcántara, para informarse de la localización exacta de los monumentos prehistóricos más importantes porque, en muchas ocasiones, no están bien señalizados y resulta complejo encontrarlos.

Pinturas rupestres en la cueva El Buraco (Valencia de Alcántara, Tajo Internacional)

Otro monumento emblemático de la zona y que no se puede pasar por alto es el conocido como Menhir de Cabezo, a las afueras de Alcántara (hay un sendero en la carretera a Portugal antes de llegar al municipio de Piedras Albas). Tiene una altura de 4,65 metros, por lo que es uno de los más destacados de España. Aunque para ver el más grande de la Península Ibérica, con nada menos que 7 metros y 18 toneladas de peso, habría que visitar muy cerca de Castelo de Vide, ya en el Alentejo (Portugal), el Menhir da meada. Sin duda el eje Valencia de Alcántara – Marvão – Castelo de Vide es un auténtico tesoro para quienes les interese la Prehistoria, aunque sea mínimamente.

Menhir da Meada (cerca de Castelo de Vide)

Destino gastronómico y cocina conventual

En 1808, en plena Guerra de la Independencia,  las tropas francesas lideradas por el General Junot ocuparon y saquearon la Conventual de San Benito en Alcántara, convirtiendo el edificio monacal en cuartel y expoliando importantes obras de arte. Muchos códices y manuscritos fueron arrojados directamente a la pira de forma indiscriminada. Pero el propio Junot rescató un libro que le llamó la atención y se llevó con él a Francia. Se trataba de un recetario completado a mano por los monjes durante generaciones, un auténtico y valioso compendio de tradiciones culinarias a uno y otro lado del Tajo cuyos secretos fueron desvelados más allá de los Pirineos cuando fue entregado a la esposa del General francés, Laura Permon. En él aparecían escritas recetas para preparar distintos guisos, cocinar la carne de caza (perdiz, faisán, ciervo, etc.) o trucos para mejorar el sabor del bacalao así como la utilización de la trufa para la elaboración de distintos platos. Auguste Escoffier, un prestigioso maestro de la cocina francesa dejó por escrito sobre aquel recetario que “fue el mejor trofeo, la única cosa ventajosa que logró Francia de aquella guerra.”

Secreto ibérico

En la zona de Tajo Internacional la tradición de la cocina monacal tiene un peso importantísimo, tanto o más que la caza (un clásico es la perdiz al modo de Alcántara), la utilización de peces de río en numerosos platos y, por supuesto, las influencias portuguesas que tienen mucho que ver con la gastronomía alentejana (dulces, bacalao, etc.). De ahí que, como suele suceder tantas veces, en un destino así donde además se mima el producto local, lo raro es no comer bien.

Arroz con liebre

Dos conventos donde comer mejor que un monje

Restaurante Kántara en la Hospedería Conventual de Alcántara (Tajo Internacional)

  • Próximo a Valencia de Alcántara: Restaurante El Convento: En San Pedro de los Majarretes, a escasos 7 km de Valencia de Alcántara se conserva el pequeño cenobio donde tomó sus hábitos San Pedro de Alcántara. En su claustro cerrado se puede degustar lo mejor de la cocina alcantareña. Platos de caza, buenos vinos y atención formidable. Página web: www.hrelconvento.com/

Restaurante El Convento en San Pedro de los Majarretes (Tajo Internacional)

Eventos culturales todo el año

La cantidad de acontecimientos que se suceden en el entorno que conforma el Parque Natural Tajo Internacional, ya sea en el lado portugués o en el español, es realmente abrumadora. Basta con mirar la agenda oficial en www.turismotajointernacional.com/agenda para darse cuenta de que prácticamente cada semana hay ferias, festivales, mercados de época, convenciones, concursos y un largo etcétera. Por ejemplo, a comienzos de agosto se celebra el Festival de Teatro Clásico en Alcántara, donde además de representaciones teatrales de obras maestras de la literatura española frente a la galería de Carlos V, hay igualmente conferencias, mesas redondas, visitas guiadas temáticas, cursos, muestras gastronómicas, teatro callejero, recitales, cuentacuentos y, en definitiva, un montón de actividades realmente interesantes.

Agenda de eventos de Tajo Internacional

Otro clásico es la Boda Regia en Valencia de Alcántara (aunque también se implica en el festejo la vecina portuguesa Marvão) donde cada primer fin de semana de agosto se retrocede al año 1497 para rememorar el enlace entre Isabel de Aragón y Manuel de Portugal. Se recibe a la comitiva regia al otro lado de la frontera, hay mercados de artesanía, representaciones teatrales, pasacalles, bailes del medievo, conciertos y un vistoso desfile donde todo el mundo acude ataviado con ropajes que recuerdan aquel momento de finales del siglo XV en que la Historia unió aún más si cabe a dos países vecinos.

Boda regia en Valencia de Alcántara (Fotografía de la web http://www.turismotajointernacional.com)
Boda regia en Valencia de Alcántara (Fotografía de la web http://www.turismotajointernacional.com)

Cabe destacar igualmente al Festival Internacional de Música Clásica de Marvão, que tiene lugar durante la segunda quincena de julio y que celebra conciertos en los rincones más emblemáticos de la villa medieval, incluidas iglesias, aunque el auditorio principal del evento se sitúa en el propio castillo. Por no hablar de Feira Raiana de Indanha-a-Nova, la Feira Intercultural de Penamacor, los Patios Contados, donde se recitan poesían en patios interiores y privados de Valencia de Alcántara. Son, en realidad, numerosos los eventos culturales que se dan durante todo año a uno y otro lado del Tajo.

Alojamientos con encanto y turismo rural del bueno

Por supuesto para conocer toda esta zona de Tajo Internacional es necesario dedicar varios días. Realmente un solo fin de semana se queda corto y hará falta, o extender la estancia o retornar en estaciones diversas. Así que conviene buscar un alojamiento. Lo bueno es que hay excelentes oportunidades para alojarse en casas rurales, e incluso en hoteles con encanto. La propia Alcántara cuenta con la Hospedería Conventual, un antiguo monasterio de la Orden de los Franciscanos que se ha convertido en un paraíso del descanso y el silencio en habitaciones confortables y hasta un pequeño claustro desde el que poder mirar las noches estrelladas alcantareñas. De hecho fue mi base durante todo el viaje y, sin lugar a dudas, repetiría. Eso de dormir en una antigua celda monacal, desayunar junto a la maquinaria de cuando tras la desamortización de Mendizábal el edificio se convirtió en harinera, disfrutar de las delicias del restaurante Kántara o tomar algo en el silencioso claustro antes de ir a dormir, son cosas que me gustaría compartir con mi familia en alguna ocasión.

Hospedería Conventual de Alcántara (Tajo Internacional)

¿Y eso qué significa? Que prometo regresar y continuar con la ruta. A ser posible, con la compañía de los míos. Porque el Parque Natural Tajo Internacional y todo lo que representa no puede ser un secreto que guardarse. Tiene que ser lo que viene a llamarse… un secreto a voces.

Sele

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