Hoy ha sido una noche larga pero tras llevarlo mucho tiempo esperándolo amanezco en Islandia. El país de hielo y fuego, ese lugar en el que comprendes de primera mano que el planeta Tierra es un ser vivo, nutre un viaje que promete sensaciones inmensas y pasiones desmedidas. Siento una ilusión tremenda por estar aquí y no es momento de comenzar una ruta que me va a llevar a dar la vuelta completa a la isla. Es aún abril y hace frío, muchos caminos aún están congelados y tendremos que rogarle a los elfos que nos regale alguna de las últimas auroras boreales de la temporada. Pero estoy feliz, me encuentro radiante de sólo pensar que desde hoy estaré recorriendo uno de los países más hermosos del mundo. 

La vuelta a Islandia

Aún mi islandés es demasiado limitado como para pasar más allá de saber distinguir algún sufijo como -jokull, que significa glaciar, o que hay una especie de yogures riquísimos que se llaman skyr. Incluso me cuesta escribir Reykjavík sin tener dudas (aunque para torpes como yo existe la versión castellana tal como suena, Reikiavik). Pero estoy muy dispuesto a descubrir muchos de esos rincones que dejan con la boca abierta. Paisajísticamente hablando siempre se ha dicho de Islandia que su belleza es única y mi intención es verlo por fin con mis propios ojos. No quiero que esta vez nadie me lo cuente, mirar fotografías de absoluta locura con cielos verdes tiñendo cascadas, volcanes y acantilados con las zapatillas de casa puestas y en el ordenador. Ahora me toca a mi saber lo que Islandia tiene que contarnos…

Los primeros días andaré por la zona del triángulo dorado y alrededores. Una aclimatación islandesa como Dios manda (incluido bañito en el Blue Lagoon y si el tiempo lo permite motonieve en glaciar) y después continuaré mi camino con el coche por la carretera circular que da la vuelta a todo el país. Seguiré la dirección de las agujas del reloj en busca, quien sabe, si de una noche despejada de auroras (es mi sueño, aunque no es la mejor época para verlas), el sendero marcado por los trolls y cataratas dignas de un paisaje de Juego de Tronos (¡Ah, es cierto que aquí se grabaron muchas de las escenas de la serie!).

Ya monté con moto de nieve en Andorra y Finlandia. Ahora toca hacerlo nada menos que en Islandia

La idea es simple. He alquilado un coche, tengo los alojamientos para toda la ruta y la lista de imprescindibles que debo tratar de ver, aunque muchas carreteras en este momento aún están bloqueadas por el hielo y la nieve. A través de Island Tours me he hecho con un «A tu aire» en el que me han gestionado los vuelos, el alquiler, el alojamiento e incluso me han asesorado de las etapas a realizar en función del tiempo de viaje que tengo. Es decir, voy totalmente «a mi aire» pero he dejado algunas cosas básicas cerradas como son la manera de llegar hasta aquí, el medio de transporte a utilizar y el asegurarme dormir caliente cada noche. Eso sí, de las auroras no hay quien te encienda las luces verdes y ya está. Eso es cuestión de suerte, de mucha suerte. Pero no dudéis que lo intentaré. Que mientras haya noche oscura y cielo despejado estaré ahí para salir a buscar uno de los momentos más mágicos que es capaz de regalarnos estar tan al norte de todo.

Ya vi bailar a las ballenas en el Estrecho de Magallanes. ¿Las veré de nuevo en Islandia?

Y si no hay auroras, habrá de todo lo demás. Icebergs formados por la rotura de algún glaciar, cráteres, lagunas de agua caliente, cascadas monumentales, frailecillos, ballenas y miles de paisajes arrebatadores…

Cuando vuelva os lo cuento en El Corte inglés de Callao (Madrid): 7 de mayo a las 19:00

Con las imágenes muy recientes, apenas unos días después de volver de Islandia sin haber desenvuelto si quiera el equipaje, quedaré con todo el que quiera asistir a la Sala de Ámbito Cultural de El Corte inglés de Callao (Planta 7ª) el jueves 7 de mayo a las 19:00 horas. Allí en una conferencia os contaré mi experiencia en Islandia y cómo recorrerla en coche. Traeré fotografías frescas de esta gran aventura y charlaremos hasta que vosotros queráis de uno de esos destinos para el que hay que reservar plaza al menos una vez en la vida.

Ámbito Cultural de El Corte inglés se encuentra en el edificio de estos grandes almacenes de Plaza Callao. La puerta da justo a la Calle del Carmen y se sube por los mismos ascensores que llevan al Espacio Gourmet. Aunque éste se encuentra en la novena planta y nosotros nos reuniremos en la séptima.

La asistencia a la charla es gratuita, pero el aforo limitado (aunque contamos con mucho espacio). No es necesario confirmación. El inicio de la conferencia será a las 19:00 y tendrá una duración aproximada de hora y media, contando el clásico turno de preguntas.

Pero antes…

Antes de que nos encontremos en Madrid estaré aquí en Islandia y, como suelo acostumbrar narraré todo lo que suceda en directo a través de las redes sociales. Iré con un pequeño router portátil, al igual que en Yorkshire, que me han mandado a casa los amigos de alldayinternet.com/es, quienes se han ocupado de que tenga conexión a internet durante todo el viaje y así pueda compartir más cosas desde Islandia.

Llevo un mifi pequeño conmigo proporcionado por All Day Internet que me permite conectarme a internet con varios dispositivos electrónicos.

Hasta el próximo día 1 de mayo que durará el viaje os iré informando paso a paso de este viaje a través de Facebook, Twitter e Instagram. Utilizaré el hashtag #ViveIslandia para tuitear sobre mi experiencia el país nórdico. Y espero ya me sigáis en Instagram, donde llevo un par de meses viajando tres veces al día a través de las imágenes (Soy @elrincondesele).

Se terminaron las esperas. Ya estoy en Islandia, soñando con los ojos abiertos…

Sele

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